Especulaciones fuera de lugar sobre Schumacher
Robert Kubica lo ha explicado con claridad meridiana. Ha pedido respeto para la situación de Michael Schumacher, porque él vivió algo comparable en su día y sabe bien el daño que pueden hacer los rumores, las mentiras o las especulaciones fuera de lugar. Se refiere el polaco principalmente a la Prensa, aunque es justo recordar que los medios suelen hacerse eco de las declaraciones de terceros, que en ocasiones pretenden ser más protagonistas que el propio protagonista. Yo comparto ese planteamiento cauteloso, porque me parece que el asunto es lo suficientemente serio como para andar desvirtuando la realidad: se trata de la vida de una persona.
Resulta indiscutible que la trascendencia mediática de la evolución del piloto alemán es el caldo de cultivo ideal para este tipo de picarescas, por llamarlas de algún modo. Schumacher sigue peleando por dar esquinazo a la parca y muchos ya optan por ir un paso más allá buscando responsabilidades o pronosticando secuelas. Tiene razón Kubica al decir que tanto atrevimiento sólo puede interpretarse como una falta de consideración y sensibilidad hacia la familia, que atraviesa una delicada situación que para nada alivia frivolizar sobre ella de esa manera. El destino marcará la pauta y ojalá que las buenas noticias se sucedan, pero pretender precipitarlas supone una irresponsabilidad clamorosa en la que, desde luego, no pienso participar.