Demichelis, la denuncia del miedo

El Málaga está regateando muchísimos obstáculos para salir adelante. Hace sólo un año, su presupuesto era 93 millones de euros. Ahora son 42. De pasear triunfalmente en Champions, a luchar por la supervivencia. De tanto caer y levantarse se ha fortalecido. Mas el recuerdo de Pellegrini, Isco, Joaquín, Toulalan, Saviola y compañía está tan caliente que la gente no acepta la retomada realidad de ente sufridor. En otras campañas ir por la mitad de la clasificación con 20 puntos, cinco por encima de la zona de descenso, sería un éxito reconocido. Pero ahora no. Sabe tan a poco que en más de un partido el entrenador malaguista ha soportado con mayor estoicismo que Fray Escoba un tremendo, duro e implacable soniquete: “Schuster vete ya”.

Pese a tantos sinsabores la afición no ha fallado la Liga Profesional la distinguió cum laude en un ejercicio europeo inolvidable. Pero está escarmentada. La denuncia presentada por Demichelis en la que reclama el pago de 400.000 euros ha acelerado su temor. Un equipo que ya ha sido expulsado de Europa y en el punto de mira de jerarcas deportivos y políticos tiene mucho que perder cuando su nombre sale relacionado con asuntos desagradables. Los directivos del Málaga están tranquilos. “Pagaremos a Demichelis y vamos a fichar”, dijo el director general, Vicente Casado, un dirigente honrado que ha limpiado los 103 millones de euros pendientes con Hacienda. Pero queda mucho por hacer. Contra viento y adversidades, el Málaga resiste.