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Jesé, qatarí que te vi

¡Viva el fútbol!. Supuso una auténtica gozada arrancar el año con un partido de Champions. Para la FIFA este Madrid-PSG será como el Guinea-España porque no computará como tal, pero los miles de aficionados que ayer seguimos la transmisión en Cuatro pasamos un rato estupendo. Dos equipos cuajados de estrellas mundiales, dos candidatos a ganar esta edición de la Copa de Europa, dos invitados de lujo a una mesa a la que asistieron esos qataríes cuyo alto poder económico les permitirá acoger un Mundial en 2022. Los focos estaban puestos en Cristiano e Ibrahimovic, pero ellos son listos y saben reservar sus mejores galas para los días de fiesta mayor. Por eso resultó más refrescante ver esa hornada de canteranos de luxe que aventuran para el Madrid un futuro perfecto. Lo de Jesé es ya un clamor social. ¡Titular ya! Y lo de Morata es para enmarcar. Su asistencia al genio canario en el único gol del partido la hubiesen firmado encantados Isco, Modric o Xabi Alonso. Los chavales son atrevidos, osados y sin complejos. Y eso es contagioso. Que se lo digan a José Rodríguez, con el que se alió Cristiano para firmar un par de jugadas de laboratorio (una de ellas dejó al canterano sin el premio del gol por culpa del poste). Y ojo a Diego Llorente, un central cuajado, veloz, que da la cara y sabe anticiparse. Pepe, enorme en los 45 minutos que jugó, le ayudó en ese aprendizaje que augura un final feliz.

Raúl aplaudió. El gran capitán hizo de perfecto anfitrión. En el palco de autoridades vibró con el gol de Jesé. Con el chico comparte amistad, agente (a ambos los lleva Ginés Carvajal) y ese ADN canterano que el 7 siempre supo descodificar para dar identidad al club que marcó su vida. Raúl mira al espejo cada mañana y ve a Jesé en detalles como la valentía y el olfato de gol. Si Ancelotti se atreve con él, la afición puede que no eche de menos ni a Di María... ¡Ni a Bale! El galés es buenísimo, pero si sus lesiones le impiden tener continuidad...

Un lunar. Al PSG le tenemos comida la moral ante un cruce futuro en Champions, pero ayer quedó claro que hay que trabajar más la defensa a balón parado. Cualquier córner o centro al área se convierte en una pesadilla para Diego López (espléndido en un mano a mano con Cavani) o Jesús, que no ganó para sustos. Carlo, ¡hay que solucionarlo ya!

Lluvia milagrosa. En Qatar hay mucho desierto y un sol de castigo durante 350 días al año. Pero si había alguna posibilidad de que cayese agua a raudales en una tierra que tanto lo necesita, lo lógico era llamar al Madrid. Su presencia trae alegría y buenas noticias, climatológicas incluidas. Con el Madrid presente, nada es imposible. Y el equipazo de Laso conquistando Belgrado (¡el parcial ya es de 26-0!). Y el vikingo Nadal ganando en Doha. El Madrid vuelve a ser un Imperio. Sin límites...