El modelo desde los despachos
Rosell, Bartomeu, Zubizarreta y Martino tienen ante sí una gran responsabilidad. Saben que dentro de seis meses, el equipo va a vivir más cambios que en las últimas tres temporadas juntas. Se van a tener que tomar decisiones. Algunas, como la de Valdés, llegan sobrevenidas, otras, como la más que probable de Puyol, llegarán forzadas por la honradez de su protagonista, pero habrá otras que serán única y exclusivamente responsabilidad de los gestores del club. Todo apunta a que este verano será movido en Can Barça. Y es verano de Mundial, por lo que los deberes deben de estar hechos (al menos en un 90 por ciento) en el mes de febrero. Por tanto, estamos en la zona caliente del mercado. Invisible, pero caliente.
Dentro de esta renovación que aparece por el horizonte, la confianza que muestre la directiva respecto a jugadores como Bartra, Montoya (que acaban contrato) o incluso Sergi Roberto, Tello, Deulofeu o Rafinha será una brújula para poder determinar el rumbo que va a tomar la entidad en su futuro más cercano. Puede que nos estemos equivocando y que la continuidad del modelo no se vea tanto en el campo como en los despachos.