Un último repaso a la NFC

Mariano Tovar


Como os conté ayer, hoy Manolo no podrá hacer su Power Ranking. Tenía intención de escribirlo yo y después pasar a analizar el estado actual y las opciones de los equipos de la Conferencia Nacional, pero viendo la extensión del artículo de ayer, y la que posiblemente tenga el de hoy, me vais a permitir que me ahorre un power ranking que, de alguna manera, va a quedar hecho con el repaso que estoy haciendo equipo por equipo.

Para empezar, los ya descartados en la Nacional son Rams, Giants, Vikings, Bucs, Falcons y Redskins. Todos los demás tienen opciones. Curiosamente, quien más complicado lo tiene son los Cardinals, a pesar de gozar ahora mismo del quinto mejor récord divisional. Incluso ganando los dos partidos, y terminando la temporada con 11 victorias, los de Arizona necesitarían que Carolina y San Francisco perdieran sus dos partidos, lo que parece muy complicado. Por tanto, en el repaso equipo por equipo pasaré por alto a los Cardinals.


Los Seahawks (Arizona, St. Louis) solo necesitan una victoria para asegurarse el mejor récord de su división, que les permitiría jugar en su fortín todos los playoffs. Sin duda, estamos hablando del mejor equipo de la temporada regular. Una máquina tanto defensiva como ofensiva, con muy pocos puntos débiles. Quizá las últimas lesiones de KJ Wright y Brandon Browner, que difícilmente volverán este año, sean su mayor problema. A la dureza de este equipo, tanto física, defensiva y ofensiva, como mental, se une el factor campo, que en su caso debe ser escrito con mayúsculas. Los Seahawks no pierden en el CenturyLink. Y punto. Ya estoy esperando que en la final de conferencia los gritos del público consigan un nuevo récord de decibelios y provoquen un terremoto superior al grado 3 en la escala de Ritcher.

Curiosamente, me parece más probable que la sorpresa en Seattle pueda darla un equipo teóricamente muy inferior que uno de los gallitos. Universalmente, parece que está aceptado que 49ers, Saints y Panthers (no necesariamente en ese orden) son los únicos que pueden arrebatarle a Seattle el cetro de la conferencia, pero San Francisco ya juega acomplejado cada vez que viaja al noroeste, los Saints son madres como visitantes sin necesidad de ir a un campo infernal, y los Panthers son una copia sin desarrollar de los Seahawks y difícilmente podrán superarlos con el público en contra. Sin embargo, sí creo que hay tres equipos peligrosísimos que cualquier día te la pueden liar. Me refiero a Lions, Eagles y Packers. Los tres están ahora mismo muy por debajo de los de Carroll, pero son bloques imprevisibles y con muchas estrellas que en un día inspirado, y con nada que perder, podrían dar una de las sorpresas más grandes de la historia de la NFL. El problema es que para llegar a ese punto, esos tres equipos tendrán primero que clasificarse, y después que enfrentarse a Niners, Saints o Panthers. La flauta no suele sonar dos veces seguidas.


Pese a que parecen abocados a entrar en playoffs como visitantes en wild card, los 49ers (Atlanta, en Arizona) parecen el segundo equipo en discordia en la Nacional. Esta temporada han llevado siempre una tendencia ascendente sin salirse un ápice del guión marcado el año pasado. En realidad, Seahawks y 49ers se parecen casi como dos gotas de agua: defensa durísima, que casi siempre juega al límite de lo legal (sobre todo en secundaria), un ataque terrestre de los de antes, capaz de percutir una y otra vez durante todo el partido hasta arrastrar y derrumbar el front seven rival, y un ataque aéreo inteligente, que se aprovecha del resto de las virtudes para dar latigazos. Solo falta confirmar que Kaepernick puede ser un factor ahora que sí está rodeado de su grupo de receptores al completo. Los 49ers, que han vivido gran parte de la temporada asolados por las lesiones, ya tienen a todos sus jugadores clave en plena forma y además muy frescos, sin la acumulación de partidos de otras franquicias.

El grave problema de San Francisco es que salvo sorpresa tendrá que jugar toda la postemporada como visitante. En teoría es superior a Eagles, Cowboys, Lions, Bears o Packers, rivales a los que se puede enfrentar en la primera ronda, pero todos ellos son equipos peligrosos, con estrellas que te pueden hacer mucho daño en un día inspirado. Yo sigo pensando que la clave es Kaepernick. Si se parece al de los pasados playoffs su equipo tiene posibilidades, una sola actuación gris puede costarle la temporada a su equipo, y abrir una crisis en la franquicia, que tal vez se vuelva a replantear si es el jugador idóneo para liderar ese ataque.


Los Saints (en Carolina, Tampa Bay) se juegan este domingo ante los Panthers gran parte de sus opciones de éxito en esta postemporada. Con una victoria asegurarían descansar en wild card y jugar como local en la segunda ronda. El Superdome no es CenturyLink pero resulta casi tan inabordable para los visitantes. En las últimas semanas se está criticando bastante su defensa, calificada como demasiado simple y ruda, pero creo que ese no es su problema. Rob Ryan está demostrando que su sistema puede ajustarse en función del rival y de las circunstancias. Además no está pensada para cargar con el peso el juego. Payton asume que la agresividad de Ryan le costará a su equipo algún big play cada partido, pero es un sacrificio aceptable a cambio de que el ataque vuelva con rapidez al campo. Esa es la clave, conseguir que Brees regrese al juego lo antes posible.

Por eso creo que el auténtico problema de los Saints en las últimas semanas, y en sus partidos como visitante, vuelve a ser un ataque demasiado precipitado. Todo el mundo apunta a una línea que no aguanta como antes, pero sigo pensando que Brees, a pesar de ser un gran lanzador de pases, no tiene la inteligencia innata de los grandes de siempre y tarda en entrar en los partidos. Necesita ser bien dirigido desde la banda y en los últimos tiempos los drives de los Saints no han fluido con soltura. Los rivales se han aprendido algunas de sus soluciones más habituales y ellos no han encontrado respuesta. Como decía al principio, para ellos todo pasa por ganar en Carolina. Una wild card como visitante tiene todos los visos de acabar en debacle en el estadio del impostor de turno (que de eso saben bastante).


Los Panthers (Nueva Orleans, en Atlanta) están completando una de las temporadas más espectaculares de su historia. Si estuvieran en la Americana quizá les marcaría como única alternativa con enjundia a los Broncos, pero en la Nacional todo su potencial queda diluido por el poder de sus rivales. Su defensa es extraordinaria, con un front seven infranqueable y una secundaria que no da un respiro, pero que tampoco gana partidos. Por supuesto que consiguen grandes jugadas en defensa, pero quizá no tantas en proporción a sus descomunales números, y acaban dependiendo de su ataque para dar la puntilla. Pero ese ataque sí necesita crecer para que los Panthers sean aspirantes reales al anillo en una Conferencia tan competitiva. DeAngelo, Tolbert y Stewart forman un backfield peligroso, pero no poderoso. Steve Smith este año ya ha acusado la edad y falta un receptor que siembre el pánico en las huestes rivales. Así que, al final, las defensas se centran en Newton y si el QB se siente muy agobiado suele terminar desquiciado y fuera del partido. Eso sí, como se enchufe, se convierte en un huracán. No creo que sean capaces de ganar en Nueva Orleans o Seattle, pero si el domingo vencen a los Saints en uno de los choques imperdibles de la semana, abrirán de par en par las puertas de un posible milagro.


A partir de aquí llega el caos. Los Eagles (Chicago, en Dallas) en realidad se juegan muy poco esta semana contra los Bears si los Cowboys se imponen en Washington. Si Dallas no falla, pueden ganar o perder, da lo mismo. La clasificación se decidirá en el templo de Jerry Jones en el último suspiro. En las últimas semanas estaban cogiendo carrerilla y parecían irrumpir como un valor de última hora en postemporada, pero una derrota en Minnesota contra unos Vikings sin Peterson ha vuelto a dejar en entredicho a una defensa que volvió a parecer el coladero de las primeras semanas. Yo creo que su grave problema es la secundaria, que se las traga dobladas, pero su front seven está siendo sólido y convincente desde que se ajustó mediada la temporada. La cuestión es que su ataque es muy explosivo, y más últimamente con la pareja letal de TEs que está formando Ertz y Celek. DeSean Jackson y McCoy pueden decidir un partido en tres jugadas y Foles es el quarterback de moda en la NFL.

Como dije antes, creo que los Eagles son capaces de ganar a cualquiera en cualquier estadio, incluso son para mí favoritos en wild card, sea quien sea su rival. Además, Chip Kelly ya me ha ganado el corazón y creo que es un tipo muy inteligente, capaz de planificar partidos en función del contrario con mucha habilidad. Creo que Filadelfia puede ser el auténtico tapado de esta postemporada. Ese equipo que resurge a última hora cuando nadie lo espera para romper todos los pronósticos. Si tuviera que jugarme una fortuna a la sorpresa, lo haría por ellos.


Chicago (en Filadelfia, Green Bay)
vive en una encrucijada. Parece que Cutler será el titular hasta final de temporada, pero su falta de carácter y su muy posible salida del equipo en enero puede marcar el futuro de un conjunto atípico para la tradición del Midway, con un ataque explosivo y un front seven pavoroso. Si hace un par de años nos hubieran contado que algo así iba a suceder, no lo hubiéramos creído, y repito lo que dije en pretemporada, Urlacher debía haber seguido un año más. Quizá en un papel de Cid muerto a lomos de su caballo como el que adoptó Ray Lewis el año pasado, pero creo que es el único detalle que le falta a este equipo para ser un auténtico aspirante.

Marshall-Jeffery forman, sin duda, la pareja de receptores más explosiva de la NFL actual. Ambos están destrozando todas las secundarias a las que se enfrentan. Matt Forte está completando la temporada más monstruosa de su carrera. Se habla poco de él por el impacto de los receptores, pero está siendo imparable. Yo creo que el regreso de Cutler a pesar del gran trabajo de McCown tiene mucho que ver con Marshall. Me explico. Ambos son íntimos amigos. Tras la marcha de Cutler de Denver, Marshall no paró hasta que consiguió reunirse con él. Creo que el receptor acepta la suplencia de su amigo por motivos físicos, pero si Trestman hubiera mantenido al QB en el banquillo por razones tácticas, el receptor hubiera dado problemas. Así que estoy convencido de que el entrenador ha claudicado en aras de la paz social, pero Cutler es incapaz de ganar como visitante en Seattle o Nueva Orleans, y será complicado que lo logre en Chicago la última semana si Rodgers está enfrente. Como sucede con otros equipos este año, creo que los Bears en la Americana serían un casi seguro finalista de conferencia. Para empezar, para clasificarse necesitan ganar los dos partidos, o esperar que Detriot pierda uno y Green Bay no pueda con Pittsburgh. Todo es posible aún en la NFC Norte.


Detroit (Giants, en Minnesota)
, tiene dos rivales sencillos, lo que para ellos no es garantía de nada. Necesitan ganar a los dos y que Chicago y Green Bay pierdan uno cada uno. En teoría es una situación más que posible, pero ellos son capaces de perder contra cualquiera. Ya no es cuestión de señalar a nadie. El problema es global. Megatrón puede estar medio partido acumulando drops, como la semana pasada, y otro medio destrozando secundarias. Bush puede hacer slalom entre la defensa rival para terminar regalando el balón. Stafford puede acumular casi quinientas yardas de pase, para ser interceptado siempre en el peor momento. La defensa puede ser infranqueable para cometer falta siempre en tercer down, con la jugada concluida, y devolverle la vida a sus rivales. Ese equipo tiene una gran línea ofensiva, un backfield explosivo, un quarterback con un gran brazo, el mejor receptor de la NFL, un front seven de película de terror y una secundaria decente. En cualquier otra ciudad, y bajo los designios de cualquier otro entrenador, quizá serían los máximos aspirantes al anillo, ahora solo son el circo Schwartz, con los payasos en la pista uno, los saltimbanquis en la dos y los trapecistas en la tres.

Peeeero, si se meten, los Lions son tan capaces de perder en casa con el peor equipo de la NFL como de ganar como visitantes al mejor. Es lo que tiene su esquizofrenia. Insisto en que igual que la Americana está igualada por debajo, la Nacional está formada por una fauna de equipos muy peligrosos que te la pueden liar en cualquier momento, porque casi todos tienen muchísima pegada.


A los Cowboys (en Washington, Filadelfia) me los voy a ahorrar. Sí, es verdad, se pueden meter, pero con esa defensa es completamente imposible que lleguen muy lejos en esta conferencia plagada de devoradores de cabezas. De entre todos los que siguen con opciones, incluidos los Cardinals, son los que menos me creo. Fundamentalmente porque ni siquiera ellos se creen a si mismos.

Y cierro con los Packers (Pittsburgh, en Chicago) que viven día a día pendientes del estado de salud de Rodgers que parece que ya está pero quizá no esté; y si está, estará, pero si no está, tal vez sí que aparezca... o lo que sea. Los Packers este año tienen una línea ofensiva igual de mala que casi siempre, un backfield magnífico con Lacy, un grupo de receptores en la enfermería que se reinventa cada domingo para tener siempre éxito, un front seven que empezó siendo un pilar y ahora está perdido, y una secundaria de la que es mejor no hablar. El equipo empezó la temporada viviendo de su defensa, con un Rodgers menos inspirado de lo habitual y que resolvía los partidos con dos o tres big plays bien entrada la segunda mitad. Luego llegó la lesión de la estrella, el bajón de juego general del equipo y el milagro de las últimas semanas.

Yo no sé cómo va a acabar toda esta historia. Quizá Flynn pegue el petardazo esperado el domingo, o juegue Rodgers para culminar el milagro. El resumen es que lo sucedido este año con los Packers es una pena. Empezaron con problemas, y poco a poco se vio que la máquina empezaba a funcionar, que había tiempo hasta los playoffs para conformar un bloque competitivo. La lesión del quarterback cortó toda la progresión y la pregunta es si la vuelta de Rodgers puede llegar a tiempo, si el equipo no solo puede clasificarse, sino retomar su evolución en el punto en que fue cortada en seco y seguir creciendo a partir de ahí. Yo lo veo imposible, pero Rodgers es mucho Rodgers, Lacy mucho corredor, y hay talento para al menos intentar una machada. Para empezar, necesitan ganar los dos partidos.

Y ese es el panorama de la Conferencia Nacional. Vale sí, todos contra los Seahawks, que esperan sentados al paladín que se atreva a retarlos en su castillo inaccesible. Lo bonito es que todos los que aspiran a dar la sorpresa en ese duelo desigual, tienen argumentos para conseguirlo y están dispuestos a matar solo por tener la oportunidad de intentarlo.

mtovarnfl@yahoo.es / twitter: @mtovarnfl

Lo más visto

Más noticias