Canal+ (semana 16) y un último repaso a la AFC

Mariano Tovar


Llega un momento todos los años en el que los números y la matemática gana protagonismo sobre el football en sí. A estas alturas la pregunta ya no es cómo juega mi equipo, o cuáles son sus armas. Lo que de verdad todos queremos saber es si se va a clasificar para postemporada, y si tendrá futuro en ella. Hoy contaré cosas irrefutables y otras bastante discutibles, pero quizá os ayuden a hacer vuestro propio escenario del drama que estamos a punto de vivir.

Pero antes de revisar el estado de cada uno, como siempre, la programación de Canal+.

Domingo

Panthers-Saints 19:00 directo (Canal+ Deportes y Canal+ Deportes HD).

Ravens-Patriots 22:25 directo (Sportmanía y Canal+ Deportes 2 HD).

Eagles-Bears 02:30 directo V.O. (Sportmanía y Canal+ Deportes 2 HD).

Lunes

Eagles-Bears 22:00 diferido (Canal+ Deportes).

49ers-Falcons 02:40 directo (Sportmanía y Canal+ Deportes 2 HD). 

También podéis encontrar la programación actualizada en http://www.canalplus.es/NFL/

Y ahora, saquemos la bola de cristal y empecemos a hacer escenarios.

En la AFC, Broncos, Colts y Chiefs ya están clasificados. También hay siete equipos sin opciones. Son Jets, Titans, Bills, Raiders, Jaguars, Browns y Texans. Los Steelers tienen alguna lejana posibilidad de clasificarse, pero es tan improbable que los descarto. A los Chargers tampoco les voy a analizar. Ya no dependen de si mismos y necesitan una combinación de resultados que no es fácil que se produzca.


Los Broncos (en Houston, en Oakland), tienen por delante dos partidos sencillos. Deberían ganarlos y asegurarse jugar todos los playoffs en casa con la posición número 1. En realidad siguen siendo el gran gallito de la Americana, como ha sucedido todo el año, y no hay ningún motivo para que dejen de ser los máximos favoritos para jugar la Super Bowl, pero en las últimas semanas hemos visto una defensa endeble y un ataque que no rinde igual si el juego de carrera no consigue asentarse y producir yardas. Además, Peyton tiene actuaciones cada vez más irregulares y en clima frío rinde por debajo de su nivel habitual. Podemos ponernos a discutir los motivos, y buscar argumentos que refuten la afirmación, pero la realidad es que en postemporada a Peyton hay que ponerle una interrogación, porque no hay garantías de que rendirá al mismo nivel que en temporada regular. Todos estos motivos provocan que los Broncos sean unos grandes favoritos no tan sólidos como parecían hace solo un mes y medio.


Yo creo que los Patriots (en Baltimore, Bills) tienen un gravísimo problema con la baja forma de Talib. Desde que ha vuelto de su lesión ya no es ese cornerback que anulaba al mejor receptor rival. Yo creo que más que la baja permanente de Mayo y Wilfork, el gran rompecabezas de Belichick es cómo apuntalar la secundaria sin que Talib la sostenga. El entrenador lleva varias semanas haciendo probaturas. Algunas de ellas de lo más sui géneris, pero ninguna le está funcionando. En mi opinión, si Talib, y algún otro back que está medio convaleciente, recuperan su nivel, Belichick también es capaz de parar la carrera, pero si su CB estrella sigue al nivel actual, están perdidos.

En ataque, la baja de Gronko parece dramática, pero yo creo que pueden paliarla en cuanto Dobson y Thompkins se recuperen de sus lesiones. Los dos receptores han mejorado mucho durante el año, y Brady ya ha demostrado que más que calidad, necesita objetivos con los que sentirse a gusto. Este año Belichick ya no podrá ofrecerle estrellas, pero sí una poblada nube de avispas cuyo problema fundamental es la eficacia en las últimas yardas. Por último, creo que está pasando muy desapercibido LeGarrette Blount, que se está convirtiendo en un arma importante en los últimos partidos. Yo creo que el Blount explosivo de su primer año en los Bucs sigue ahí dentro y puede salir en cualquier instante para convertirse en un arma letal e inesperada en postemporada.

En resumen, No creo que los Pats sean capaces de ganar los dos partidos, sobre todo en Baltimore, pero su única posibilidad de dar la sorpresa en estos playoffs es tener una semana de descanso para recuperar efectivos y que Belichick tenga tiempo para preparar una buena pócima. Pero mucho cuidado, con dos derrotas y varias carambolas más que probables, todavía se podrían quedar fuera.


Los Bengals (Vikings, Ravens) se han complicado la vida una barbaridad con su última derrota. De repente, la llave que mejor abre la cerradura de postemporada la tiene Miami, con dos partidos relativamente sencillos. Si Miami y Baltimore no fallan, una victoria ante Minnesota no les aseguraría absolutamente nada, porque seguirían jugándose el todo por el todo el último domingo contra los Ravens. Sigo pensando que son el equipo más completo de la AFC, pero que a Marvin Lewis le queda grande el traje. Me gustaría ver esta plantilla en manos de un entrenador más brillante. La defensa ha sidoeste año sin duda, la mejor de la conferencia Americana y parece que empieza a sobreponerse a la baja de Atkins pese a los puntos encajados en los últimos dos partidos, pero también acumula lesiones en la secundaria y no es probable que en enero pueda ser tan dominante como en los primeros meses.

En ataque, por sistema y plantilla, son esclavos del rendimiento de Dalton, pero su irregularidad sigue siendo exasperante y cada vez parece más claro que es un QB que necesita ir de la mano de un entrenador que le sepa llevar, y no un tipo que pueda cargar con mucho peso. Para mí, los Bengals tienen pólvora suficiente como para enfrentarse a cualquiera en la AFC, pero no les veo ganando cuatro partidos seguidos en enero a rivales de entidad.


Los Colts (en Kansas City, Jacksonville) necesitan ganar este domingo a los Chiefs si quieren que alguien se los tome en serio en postemporada. Lo más probable es que ambos equipos se vuelvan a encontrar en wild card y, sinceramente, creo que los de Indiana podrán jugar con la tranquilidad de quien ya ha conseguido todos sus objetivos para este año. Han ganado su división y bienvenido sea todo lo que pueda llegar, que no creo que sea mucho.


Los Chiefs (Colts, en San Diego) solo tienen que preocuparse de que Justin Houston y Tamba Hali estén al ciento por ciento en playoffs. En serio, como si en las dos semanas que quedan sacan a jugar a las cheerleaders para que no haya nuevos sustos. De todos modos, antes de la lesión de ambos jugadores a finales de noviembre, la defensa de los Chiefs ya estaba dando muestras de cierto agotamiento. Su forma de jugar, agresiva hasta la extenuación, agobiando al QB rival para embotarle aunque por el camino puedan hacerles daño con la carrera, se resintió en un primer momento cuando sus rivales empezaron a ajustarse contra ella, pero se colapsó con esas dos lesiones. Lo curioso es que eso puede haber sido muy bueno para ellos. El camino hacia postemporada conlleva solucionar los problemas que puedan ir surgiendo, y creo que el mismo Andy Reid se ha sorprendido de lo efectivo que puede ser su ataque si es necesario. En los últimos partidos no solo hemos visto a un Jamaal Charles que merece estar entre el grupo de aspirantes a jugador ofensivo del año, sino que se ha manifestado un Alex Smith menos gestor y más capaz de anotar puntos y buscar el KO. Hubo un momento en que menosprecié a estos Chiefs, y pensé que serían incapaces de competir de tú a tú contra rivales fuertes, pero creo que cada domingo tienen más armas y que su secreto está en ir a muerte hasta el final con esa mentalidad trabajadora y machacona.


Los Ravens (Patriots, en Cincinnati) llevan cuatro victorias seguidas. Sí, es verdad, casi todas por los pelos, pero lo importante en la NFL es enchufarse en el momento correcto y eso es lo que están haciendo. Además, han tenido la suerte de que Pitta regresara cuando más falta hacía y que Jacoby Jones en los últimos partidos no solo sea un retornador letal, sino también un receptor muy peligroso. Sin olvidar la soberbia temporada de Torrey Smith, al que solo le ha faltado redondear con más touchdowns cuatro meses en los que ha sido casi el único objetivo de Falcco y el único tipo del que debían preocuparse las secundarias rivales. El mayor problema durante todo el año ha sido la falta de eficacia en la red zone. Casi siempre han atravesado el campo con cierta solvencia, pero cuando se ha estrechado, no han sabido muy bien qué hacer con el balón, y siempre ha parecido que más allá de la falta de jugadores determinantes, ha fallado un plan de juego bastante deslavazado en esas últimas yardas. Era como si jugaran un pim pam pum, a ver que pasa, sin un criterio muy claro.

Si quieren aspirar a algo grande necesitan que Ray Rice despierte, pero empiezo a temerme que algo ha sucedido para que la impresionante progresión en sus primeras cuatro temporadas haya desaparecido de forma tan abrupta en 2012 y 2013. En 2012 achacamos su desigual rendimiento al plan de juego, pero en postemporada tuvo más protagonismo y decepcionó. Estos meses estamos culpando a la línea ofensiva, pero 3,1 yardas por intento son muy poco incluso con ese contratiempo. Sobre la línea ofensiva llevamos hablando desde las primeras semanas, pero el año pasado Oher y compañía tuvieron una temporada regular igual de errática, y cuando llegó diciembre parecieron otros.

Creo que esta gente, por mentalidad, aún está un par de escalones por debajo de su auténtico nivel, y que analizando la Americana, esos dos escalones les sirven de sobra para llegar a la Super Bowl por sorpresa por segundo año consecutivo. Además, creo que la defensa sí es mejor que el año pasado. Para empezar, ya no juegan con diez. El problema es que sus dos últimos partidos son criminales y si Miami no falla necesitan ganar ambos.


Miami (en Buffalo, Jets)
depende de si mismo. Sí, suena increíble, pero ahora mismo tiene un calendario teóricamente más sencillo que Pats, Ravens, Bengals, rivales contra los que se lo están jugando todo, e incluso podría valerles con ganar uno de los dos (aunque yo no me arriesgaría). No os voy a engañar, a mí me parece un equipo impropio de playoffs. Está demasiado verde. Tannehill no dirige un ataque aéreo convincente pese a la buena temporada de Wallace y Hartline y sigue sin estár muy claro el papel de Miller y Thomas en ese backfield. El auténtico sostén del equipo ha sido la defensa, que sobre todo en la red zone ha tenido un rendimiento fenomenal.

En conclusión, salvo Denver, parece que la conferencia Americana no tiene demasiados equipos que puedan aspirar a representar a la Americana con garantías en la Super Bowl. Lo bueno es que eso iguala la postemporada y la convierte en más imprevisible. Para mí, entre los siete aspirantes hay dos equipos sin argumentos para casi nada (Colts y Dolphins), dos a los que quizá les falte madurar más (Chiefs y Bengals), dos veteranos en mil batallas pero con agujeros inmensos (Patriots y Ravens) y uno que solo tiene que rezar para que el día del partido haga bueno (Broncos). Si yo fuera aficionado de Denver y no viera a mi equipo en el Meadowlands en enero, me pasaba al esquí alpino.

Este rollazo se ha alargado demasiado y mañana Manolo Arana no puede hacer su Power Ranking por problemas personales, así que me encargaré del Top 10 y aprovecharé entonces para repasar la Nacional (que es aún más compleja).

mtovarnfl@yahoo.es / twitter: @mtovarnfl

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