Y ahora, saquemos la bola de cristal y empecemos a hacer escenarios.
En la AFC, Broncos, Colts y Chiefs ya están clasificados. También hay siete equipos sin opciones. Son Jets, Titans, Bills, Raiders, Jaguars, Browns y Texans. Los Steelers tienen alguna lejana posibilidad de clasificarse, pero es tan improbable que los descarto. A los Chargers tampoco les voy a analizar. Ya no dependen de si mismos y necesitan una combinación de resultados que no es fácil que se produzca.
En ataque, la baja de Gronko parece dramática, pero yo creo que pueden paliarla en cuanto Dobson y Thompkins se recuperen de sus lesiones. Los dos receptores han mejorado mucho durante el año, y Brady ya ha demostrado que más que calidad, necesita objetivos con los que sentirse a gusto. Este año Belichick ya no podrá ofrecerle estrellas, pero sí una poblada nube de avispas cuyo problema fundamental es la eficacia en las últimas yardas. Por último, creo que está pasando muy desapercibido LeGarrette Blount, que se está convirtiendo en un arma importante en los últimos partidos. Yo creo que el Blount explosivo de su primer año en los Bucs sigue ahí dentro y puede salir en cualquier instante para convertirse en un arma letal e inesperada en postemporada.
En resumen, No creo que los Pats sean capaces de ganar los dos partidos, sobre todo en Baltimore, pero su única posibilidad de dar la sorpresa en estos playoffs es tener una semana de descanso para recuperar efectivos y que Belichick tenga tiempo para preparar una buena pócima. Pero mucho cuidado, con dos derrotas y varias carambolas más que probables, todavía se podrían quedar fuera.
En ataque, por sistema y plantilla, son esclavos del rendimiento de Dalton, pero su irregularidad sigue siendo exasperante y cada vez parece más claro que es un QB que necesita ir de la mano de un entrenador que le sepa llevar, y no un tipo que pueda cargar con mucho peso. Para mí, los Bengals tienen pólvora suficiente como para enfrentarse a cualquiera en la AFC, pero no les veo ganando cuatro partidos seguidos en enero a rivales de entidad.
Si quieren aspirar a algo grande necesitan que Ray Rice despierte, pero empiezo a temerme que algo ha sucedido para que la impresionante progresión en sus primeras cuatro temporadas haya desaparecido de forma tan abrupta en 2012 y 2013. En 2012 achacamos su desigual rendimiento al plan de juego, pero en postemporada tuvo más protagonismo y decepcionó. Estos meses estamos culpando a la línea ofensiva, pero 3,1 yardas por intento son muy poco incluso con ese contratiempo. Sobre la línea ofensiva llevamos hablando desde las primeras semanas, pero el año pasado Oher y compañía tuvieron una temporada regular igual de errática, y cuando llegó diciembre parecieron otros.
Creo que esta gente, por mentalidad, aún está un par de escalones por debajo de su auténtico nivel, y que analizando la Americana, esos dos escalones les sirven de sobra para llegar a la Super Bowl por sorpresa por segundo año consecutivo. Además, creo que la defensa sí es mejor que el año pasado. Para empezar, ya no juegan con diez. El problema es que sus dos últimos partidos son criminales y si Miami no falla necesitan ganar ambos.
En conclusión, salvo Denver, parece que la conferencia Americana no tiene demasiados equipos que puedan aspirar a representar a la Americana con garantías en la Super Bowl. Lo bueno es que eso iguala la postemporada y la convierte en más imprevisible. Para mí, entre los siete aspirantes hay dos equipos sin argumentos para casi nada (Colts y Dolphins), dos a los que quizá les falte madurar más (Chiefs y Bengals), dos veteranos en mil batallas pero con agujeros inmensos (Patriots y Ravens) y uno que solo tiene que rezar para que el día del partido haga bueno (Broncos). Si yo fuera aficionado de Denver y no viera a mi equipo en el Meadowlands en enero, me pasaba al esquí alpino.
Este rollazo se ha alargado demasiado y mañana Manolo Arana no puede hacer su Power Ranking por problemas personales, así que me encargaré del Top 10 y aprovecharé entonces para repasar la Nacional (que es aún más compleja).