La felicidad como elixir de juventud

Un buen puro, una botella de vino de Rioja, mucho golf y... felicidad. Esos son algunos de los secretos espirituales para que Miguel Ángel Jiménez siga en la élite al borde de los 50 años. Rodeado de su cuadrilla de amigos y paseando su buen humor por todo el planeta, el Pisha se ha hecho uno de los golfistas más populares del mundo. Ha ganado 13 títulos desde que cumpliese los 40 y se diera cuenta de que “la mente entra en juego”, que tenía que disfrutar en el campo y en el green. “Ser feliz y la pasión por el golf” fueron los ingredientes de su particular elixir de la juventud, que le ha hecho el vencedor más veterano del European Tour.

Pero no todo es mística en Jiménez. Pese a su carácter desenfadado, el de Churriana se machaca a diario en el gimnasio, hace aeróbico y pasa miles de horas al sol en su escuela de Torremolinos potenciando sus golpes y su elasticidad, la que le da ese swing tan especial. El capítulo más duro lo vivió la pasada Navidad cuando se quebró la tibia esquiando. “Pensé que se había acabado”, confiesa a Fernando López de Lorenzo. Pero bebió otro trago del elixir, se recuperó, y triunfó en Hong Kong. Su pócima parece infinita y se enciende si le hablan de retirada o de Seniors. Al contrario, mira a un major, que si gana, en la cincuentena, celebrará con un puro, un Rioja y un espeto de sardinas de su Málaga.