Los leones infunden respeto

Sólo la maldición que persigue al Athletic en el siglo XXI con los penaltis le apartó de un triunfo merecido. Los leones jugaron con la ambición de un equipo que, ya queda claro, aspira a la Champions. Los de Emery fueron a remolque menos a balón parado y se vieron forzados a parar el juego con una falta tras otra y replegarse como si jugase fuera. La epidemia de la pena máxima alcanza a Susaeta, que sólo había lanzado una en 277 partidos, con gol en una tanda copera. Fue un año después de retirarse el último especialista, Larrazabal.

El propio respeto que mostró el Sevilla al Athletic habla muy bien de los de Valverde. El golazo de pizarra made in Emery fue compensado por una embestida de Toquero. Y desde ahí, con el balón, el Athletic fue muy superior al menos hasta el área. Imperial Laporte atrás, el medio campo siempre estuvo bien situado. Txingurri ha devuelto, además, la alegría y confianza a Muniain. Cree tanto en él como ve poco a Beñat para este ritmo de juego. Cuatro partidos lleva ya sin entrar al campo. Cuarto con todas las de la ley, el nuevo San Mamés tiene una doble cita ahora para cerrar de cine el 2013. Por cierto, vi a Undiano muy bien en una cita con el Athletic de por medio. Es un notición.