Isco se adaptó al partido

El Madrid alternó ayer momentos de excelente juego, como los primeros minutos, con el máximo desorden. Algo incomprensible en un equipo de este nivel. Con el primer gol de Osasuna llegó el caos. El equipo bajó una marcha en cuanto a la intensidad necesaria y Osasuna se creció. A partir de ahí fueron desordenándose y desapareciendo casi todos los futbolistas que vestían de blanco. Sostenían al equipo Xabi, que siempre está, e Isco. El malagueño entendió el encuentro a la perfección. Fue de los pocos que se puso a trabajar con la fe, ganas y derroche físico que exigía el tener un marcador adverso y un hombre menos.

No se cansó de ayudar defensivamente y de intentarlo en ataque con sus innumerables virtudes. Es capaz de inventar y, sobre todo, de desequilibrar. Cuando pisa las inmediaciones del área rival se le encienden las luces. Es letal. Un gol y una asistencia. No se puede ser más protagonista. El chico tiene edad y condiciones para no parar de crecer. Sólo él puede ponerse techo. De lo que no hay duda es que a su talento está incorporando el sacrificio defensivo y esto le hace ser un jugador más completo y necesario. Hago una mención también a la estrategia. Ayer Osasuna nos sorprendió en todas. El segundo gol viene de un córner ensayado. El Madrid normalmente no mete miedo a balón parado. No entiendo por qué ser un equipo grande te exime de poder trabajar meticulosamente esta parte del juego tan importante.