Siempre partidos incómodos

Ya sabemos lo que es la Copa cuando un grande se empareja con un equipo inferior. Motivación máxima en lo que para unos es el partido de su vida y un trámite que trata de pasar sin sobresaltos el grande. Además, ayer se dieron varias circunstancias añadidas. El Olímpic es un equipo que defiende muy bien. Llevaba siete partidos sin encajar gol. Juegues en la categoría que juegues, es altamente complicado y demuestra que el orden, agresividad y rigor defensivo que ayer mostraron los de Xàtiva no es ni casualidad ni flor de un día. Por otro lado está lo más importante, el terreno de juego. Una cosa es hierba artificial y otra cosa es hierba artificial en mal estado. Al Madrid le costaba domar el balón en cuanto éste cogía velocidad.

Necesitaban dos y hasta tres toques para controlar. En ningún momento se adaptaron al campo. Eran incapaces, salvo algún destello de Isco, de inventar algo o de jugar al primer toque. Así se facilita mucho la labor del que juega únicamente a destruir. No quiero quitarle méritos al Olímpic, que hizo un partidazo, ni deméritos a los de Ancelotti. Faltó adaptación, intensidad y velocidad para llevarse el encuentro. Esperemos que no haya susto en el partido de vuelta.