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El ojeador del Sant Andreu se pagó el viaje al Calderón

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Qué impulsa a una persona a pagar de su bolsillo un viaje a Madrid para hacer un informe técnico de un rival con el que se va a enfrentar su equipo? ¿Sentido del deber? ¿Profesionalidad? ¿Pasión? Ése es Manel Delgado, miembro del equipo técnico de la U.E. Sant Andreu, que viajó a Madrid, corriendo él con todos los gastos, para estar presente en el Calderón, donde coincidió con Manolete, y en el Cerro del Espino en Majadahonda para realizar sendos informes tanto del Atlético ante el Getafe, como de su filial. “Lo he hecho igual que hago los informes de cualquier otro rival, con el máximo compromiso y rigor”, dice.

Desde la llegada de Patxi Salinas al banquillo del modesto equipo del barrio barcelonés de Sant Andreu del Palomar, éste modesto entrenador nacional y director técnico está haciendo los informes de los rivales de Segunda División B, del Grupo III, contra los que se enfrenta su equipo. Manel Delgado se incorporó al club al inicio de la temporada: “Patxi Salinas me ha encomendado un trabajo y yo lo hago con el máximo de profesionalidad, aunque no tenga ninguna remuneración”. Sobre la situación de su club, explica: “Estamos en un modesto con dificultades económicas y mi aportación no está remunerada, pero mi mejor pago es lo que estoy aprendiendo”. El hecho de viajar a veces con el equipo, estar en los entrenamientos y convivir con un “grupo humano de excelentes profesionales y personas” es su nómina. “No voy a estar siempre haciendo informes. Soy entrenador y lo que más deseo es encontrar un equipo. Pero mientras pondré todo mi empeño para conseguir que mi trabajo sea lo más útil posible”. Y a fe que lo intenta.

En su paso por la capital española lanza un aviso a los rojiblancos: “Simeone ha forjado un gran grupo, pero como dijo Boskov, Fútbol es fútbol. Nosotros no entregamos ni entregaremos la cuchara antes de jugar. Porque si pensamos que ya estamos eliminados, ni salimos”. Es el ejemplo de que en un deporte tan lleno de contratos millonarios, aún quedan personas que se guían por una pasión. “Ser profesional no es cobrar por algo que haces. Ser profesional es hacerlo bien”, afirma.