Portugal ha aceptado bien el grupo que le ha caído en el sorteo, reconociendo de forma natural el favoritismo de Alemania, por potencial e historia. Era uno de los rivales a evitar, junto con España y Brasil, pero el hecho de debutar ante la selección germana se ve de forma positiva, una vez que les obliga a comenzar fuerte y sin distracciones. No pasa desapercibido que los alemanes suman dos terceros lugares en los dos últimos Mundiales y que han perdido únicamente tres veces con Portugal. Paulo Bento ya ha avisado de que la selección luchará con todas sus armas y con la ambición de pasar a octavos. ¿Y por qué no acabar primeros de grupo?

El objetivo no puede ser otro teniendo en cuenta que tienen a Cristiano para conseguirlo. El gran desempeño del madridista esta temporada permite soñar a los portugueses. Saben que cuentan con el respeto de sus adversarios para quienes el crack luso será un verdadero quebradero de cabeza. Se considera por tanto que existe equilibrio en el grupo donde Ghana, por ejemplo, puede tener ventaja en términos físicos. Y de Estados Unidos prefieren no fiarse porque ya perdieron con ellos 3-2 en el debut del Mundial de 2002 que acabó siendo decisivo en la rápida eliminación de Portugal.