El Madrid lleva el viento de cara

El Barcelona juega mal, y pierde. No una, sino hasta cuatro veces, contando también la Euroliga. El Madrid juega mal y gana. Incluso por 15 puntos, pese a fallar ¡40 lanzamientos! Esa es una de las diferencias que suele marcar la temporada. En el baloncesto, no tanto, porque todo queda para los playoff, pero cuando un equipo juega con el viento de cara lleva mucho ganado. Le sucedió ayer al Madrid. No fue su día, y eso que el Palacio estaba a rebosar —sus resultados han trascendido al gran público— y el rival era asequible. En el primer tiempo, ni Rudy ni los pívots anotaron. En el tercer cuarto, Rudy y Bourousis se quedaron en dos puntos; el primero, de rebote —enorme, pero rebote al fin y al cabo—, y el segundo, de tiros libres.

Aún así, el Madrid fue abriendo diferencias. Tiene tal potencia de fuego exterior, que si le fallan los pívots, incluso Rudy, tiene a Sergio Rodríguez, a Llull, a Carroll, hasta Darden. Y, por supuesto, a Mirotic, jugador que se merece un punto y aparte, porque está enorme. Pero el partido de ayer no deja de ser un aviso para los partidos duros que tendrán que llegar. Los hombres altos no pueden mostrar tanto desacierto por muy buena que sea la defensa del rival. Porque las habrá mejores —también para el juego exterior—, llegarán entonces los problemas y el viento quizá cambie de dirección. El mal partido de ayer deja una consecuencia: este Madrid poderoso ya no es el máximo anotador de la Liga. Lo es el Valencia por dos puntos más.