¿Haciendo el juego a la Euroliga?

“La reforma del sistema de competición de la ACB responde a los intereses de la Euroliga”, me asegura un profesional del baloncesto. Me cuenta que el cambio está propiciado por el Barcelona, el Madrid y el Baskonia, quienes quieren una Liga más corta, porque el proyecto de la Euroliga es alargar la competición en 16 jornadas más. Quizá sea una maldad, pero este profesional pocas veces se equivoca. Es más, me consta que ninguna. Al menos de las cosas que me ha contado hasta la fecha. Liga y Euroliga están ahora casi a la par. Nuestra liga regular son 34 partidos, y quienes llegan a la Final Four de la Euroliga juegan entre 29 y 31 partidos. La Euroliga ya se ha apropiado de los viernes, y también quiere los sábados. Necesita más calendario. La ACB le molesta.

En la Euroliga se puede llegar a ganar dos millones; en la ACB, la décima parte. Está claro dónde están los intereses de los equipos españoles que, junto al Unicaja, juegan por decreto la Euroliga. Se quitan un par de equipos, se reducen los playoff a los dos primeros, o a los cuatro como máximo, y ya tenemos sitio para 16 jornadas más de Euroliga. Sería una pena. En vez de jugar una liga única que despertara interés desde la primera jornada, y ganar fechas para una Copa que disputaran incluso los equipos de Adecco Oro y Plata (a doble partido y que computara la diferencia de puntos) para acceder después a la Final Four, quizá estemos haciendo el juego a una competición con un trámite tan largo como la ACB. Avisados estamos.