Plaza Mayor
Vibrante repesca
Aviso a los ciudadanos que se juegan el Mundial en las próximas horas: esto es sólo fútbol. Deporte, ocio, juego. Dicho lo cual, Guillotinas Pierre patrocinará el partido de mañana entre Francia y Ucrania. El Suecia-Portugal tendrá como sponsor a Galletas Blatter (de jenjibre) y el Croacia-Islandia contará con el mecenazgo de Bacalaos del Norte. Pescanova recogerá a los supervivientes.
Guineas del mundo
Después jugar en Guinea Ecuatorial, la Federación Española del Amor prepara partidos en Corea del Norte, Mordor y la Estrella de la Muerte. La idea es propagar el buen rollo por el mundo deprimido y con petróleo. Lo siguiente será pasear a Del Bosque en un Marqués-móvil por las avenidas y hacer que Iniesta pose al modo del Manneken-Pis en el hall de los hoteles. Sátrapas, abstenerse.
Viva Sudáfrica
España ya está en Sudáfrica, país hermano y paraíso con gacelas. Allí tocamos el cielo hace algo menos de cuatro años, ustedes recordarán. Si fuéramos María Dolores Pradera y tuviéramos gemelos (guitarristas) adaptaríamos (y destrozaríamos) la habanera del maestro Antonio Burgos: “Johannesburgo es Cádiz con más negritos, Cádiz es ‘Pochestrom’ con más salero”.
Aniversario cruel
Siglo y medio después de propiciar el nacimiento del fútbol, Inglaterra perdió contra Chile en Wembley. No sólo eso: encajó dos goles de Alexis. La derrota ha sido tan dolorosa que los ingleses ultiman las reglas de un nuevo deporte sin balón, de escaso movimiento y de lejana inspiración en las sillas musicales. Se llamará Peñoning. Y traerá cola.
Boro y bromuro
Como agradecimiento a los servicios prestados (tres años sin reírse), Mourinho ha apadrinado el fichaje de Karanka por el Middlesbrough. El acto de amistad no admite un reproche, pero el destino no parece el adecuado. Después de tanta penuria, Karanka merecía algo más distendido, como el San Roque de Lepe, la selección jamaicana (de bobsleigh) o la secretaría general de FIFA.
Somos rojos
Como ya habrán observado, España jugará el Mundial vestida de rojo-corinto-granate-grosella, blusa y bombachos. Alemania, por su parte, vestirá de blanco con perifollos rojos. Esta graciosa ocurrencia de la marca deportiva que compartimos tiene un cuádruple objetivo: confundir a los ancianos, desmemoriar a los jóvenes, vender pantalones (ocho o nueve) y que tiremos el subbuteo a la basura.
Árbitros jocosos
Los árbitros españoles seguirán permitiendo que los futbolistas paseen delante del portero contrario en los tiros libres. Es más; los paseantes también podrán hacerle morisquetas, practicar el moonwalker y subirse al larguero para saludar. En general se admite todo menos hacer cosquillas al guardameta; de los asuntos humorísticos se encargan exclusivamente los árbitros y Díaz Vega.
Marmota en coche
El Gran Premio de Estados Unidos de Fórmula 1 es una carrera especial: cada vez que habla un piloto lo escucha antes la CIA que la escudería. Lo único que no cambia es el ganador: Vettel. Después de ocho victorias seguidas urge que al alemán le pongan lastre o que tenga trillizos. Nada frena tanto al varón caucásico como el infalible “Papá no corras”.
La frase
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