Alonso, el primero de los mortales

Alonso, el primero de los mortales

Madrid

Era un simple trámite, pero ya está superado: Fernando Alonso ha asegurado en el GP de Estados Unidos el subcampeonato mundial de Fórmula 1, el tercero de su trayectoria deportiva tras los de 2010 y 2012. Un consuelo menor, sin duda, para un campeón como él pero no carente de valor si consideramos las circunstancias de esta temporada. El asturiano puede sentirse el primero de los mortales, porque es obvio que Vettel y su intratable Red Bull han jugado en una categoría diferente, superior. Si este deporte es una combinación de hombre y máquina, la ventaja clara ha sido para los campeones; pero despejando la incógnita de la mecánica de la ecuación, el mérito del piloto español se sitúa a un diferente nivel. Alonso ha terminado segundo con el cuarto monoplaza de la parrilla, algo que no está al alcance de cualquiera…

Y buscando una interpretación positiva del desastre de Ferrari, sólo podemos desear que en Maranello se sonrojen con todo lo ocurrido y sean plenamente conscientes de que no pueden seguir defraudando a su piloto, a su leyenda y a sus seguidores del modo que lo han hecho este año. De no ser por Alonso, la sensación es que incluso los McLaren y los Sauber podrían poner en apuros a los coches rojos (ahí queda el rendimiento de Massa), algo inaceptable para quien busca la excelencia del triunfo, para quien tiene en la victoria la única razón de su existencia. Éste no es un equipo cualquiera y la imagen que han ofrecido a lo largo de 2013 sólo la ha enjuagado el talento del español. Así que ahora que esta pesadilla toca a su fin y tendrán por delante un largo periodo de reflexión, deberían tomarse muy en serio que la reacción ya no es una alternativa, es una obligación ineludible.

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