La valiosa influencia de Alzamora sobre Marc Márquez
Que Márquez es un chaval excepcional se antoja una evidencia que admite poca discusión. Un tío majo, simpático, sincero, honesto, revoltoso, valiente, inteligente… Difícil es encontrar a alguien a quien no le caiga bien, alimenta pocas fobias de ésas que son tan comunes en los personajes de su popularidad. Es su carácter, sin duda, pero no me gustaría dejar pasar por alto, en estos días de euforia en torno al nuevo campeón del mundo de MotoGP, la positiva y valiosa influencia que Emilio Alzamora ha ejercido sobre él, tanto en su personalidad como en su trayectoria deportiva. Yo descubrí a Marc cuando era sólo un crío gracias a que su mentor me aseguró que no era un piloto más, que tenía algo especial y que pensaba apostar por ese talento hasta el límite de sus posibilidades.
Y así lo ha hecho. Ahora es fácil reconocer lo obvio, el palmarés del ilerdense no deja lugar a demasiadas interpretaciones, pero no siempre ha sido así. Como todos los comienzos, no fueron fáciles pero en su caso Alzamora ha estado ahí, a su lado, apoyándole con sus consejos… e incluso su patrimonio. Emilio ha invertido mucho tiempo y dinero en llevar a Marc hasta ese punto de partida en el que todo empieza a ser un poco más fácil, a una élite mundialista que, a continuación, Márquez ha sabido conquistar a base de genialidad. El talante, la experiencia, la perspectiva de que disfruta Alzamora tienen una influencia fundamental en la progresión de ese fenómeno que hoy todos reconocemos y disfrutamos. Y es por ello que considero de justicia reconocer la labor en la sombra de un hombre entregado a una causa hoy tan gratificante. Gracias, Emilio...