La opinión de Braulio sobre Djukic
Dijo Amadeo Salvo en Al Jazeera que la destitución de Braulio Vázquez se ciñe a una "pérdida de confianza". Algo habrá tenido que ver también que el director deportivo gallego fuera herencia recibida. Y con blindaje incluido, para más inri. Fuera antes el huevo o la gallina, Braulio tomó tras la derrota ante el Swansea un camino y el presidente, otro. Uno abogó por fulminar ya entonces a Djukic y el que manda, es decir Salvo, por todo lo contrario. Digamos que tales puntos de vista diferentes sobre una misma crisis y una sola persona, el técnico serbio, terminaron por poner el cascabel al gato. Era solo cuestión de poner fecha para sacarle a pasear. Y la última hoja del calendario blanquinegro de Braulio llegó tras la derrota contra el Almería y de nuevo por su insistencia en destituir a un Djukic que curiosamente él quiso fichar antes que a Mauricio Pellegrino, aunque cierto es también que Amadeo Salvo tenía 'atado' al serbio antes de que Ernesto Valverde le dijera "no" a Braulio.
Sea como fuera, Braulio ya no está. Y Djukic, sí. Es ahora el serbio quien dará o quitará la razón al ex director deportivo. Y mantendrá o perderá como éste la confianza de Salvo. Djukic, que de tonto no tiene un pelo y que debe espabilar, sabe que las palabras del presidente se las llevará el viento de los resultados y si estos no son buenos, sin quererlo lógicamente, habrá dado la razón a Braulio. Al menos en lo que concierne a su insistencia en destituirle, porque es evidente que no solo por ello se despide al gallego.