Un debate planteado hace más de una década

Una mentira repetida. El progresivo deterioro de la cuota de presencia de la ACB en el día a día del aficionado se inició hace aproximadamente dos décadas. Diferentes sectores interesados en construir un argumento para la excusa o el beneficio propio cifraron la inflexión en el cambio de siglo, culpabilizando a Canal+, que pagó 60 millones de euros por cuatro años de derechos televisivos. Los denunciantes omiten datos de seguimiento televisivo de las temporadas completas del 94 al 99, las que provocaron que TVE se desinteresara y la ACB se ilusionara con el cambio.

La urgencia es máxima. El debate sobre diagnóstico, consenso y soluciones lleva planteado más de una década, en aparente estado vegetativo. La cirugía completa se ha pospuesto año tras año. Pero ahora la desa­parición del dominante sustento económico de la subvención pública y el gran patrocinio que ha traído la crisis económica ha puesto en alto y en modo amenaza el descabello. La previsión de Euroliga de aumentar su número de partidos cae como intimidación añadida.

El sistema de competición. Los playoffs se discuten desde que se instauraron en 1984 pero será difícil eliminarlos porque el próximo contrato televisivo es crucial y al operador que lo firme no se le puede reducir el número de partidos. Un mejor sistema es posible, pero dudo de que sea el problema más urgente a resolver. Sin solvencia económica no hay competitividad. Sin competición no se genera interés.