El Austria quiere irse con decoro

Para el propio Bjelica el Austria de Viena no tiene más del diez por ciento de opciones de sorprender al Atlético. Y la verdad es que parecen incluso muchas. Poca cosa en el equipo más débil de esta edición de la Champions, que buscará encerrarse como ha hecho en todos los partidos hasta ahora. Los tres goles de Kienast en el triunfo ante el Wiener Neustadt, único bálsamo de un equipo que camina en mitad de tabla de la liga austriaca y que no ganaba desde mitad de septiembre. Encadenó el 0-3 ante el Atlético en El Prater con una dolorosa derrota en casa ante el Rapid, en un partido que dejó claras sus carencias.

A Bjelica le pueden entrar las dudas en punta, porque Kienast está en mejor forma que un Hosiner lejos del nivel de la temporada pasada. Entonces marcó 27 goles, en esta lleva sólo cinco. Lo lógico es que le mantenga por su movilidad en un habitual 4-1-4-1, con el australiano Holland muy cerca de los centrales y único peligro de verdad en los disparos de Royer y en la zurda de Stankovic. Importante el trabajo de Mader en el medio y el posible regreso de Koch en la banda derecha, ausente por sorpresa en el partido de Viena ante el propio Atlético. El checo Jun perdió mucha velocidad pero por experiencia debería jugar en lo que puede ser un partido muy cómodo para el Atlético, que ahoga a los rivales sin descanso. Lo cierto es que Bjelica ha ido blindando más al equipo después del sufrimiento en el partido de vuelta en la previa ante el Dinamo de Zagreb. Con ello ha evitado las goleadas, pero poco más. Dejar la Champions con decoro es a lo más que aspira este Austria de Viena.