Acertó en el penalti de Varane

Howard Webb dio en Turín una lección de arbitraje. Fue un partido peleado pero limpio en líneas generales. El inglés, en los primeros 30 minutos, sólo señaló cuatro faltas y aplicó ese mismo número de veces la ventaja de forma magistral. Apenas tuvo que sacar después cuatro amarillas y el partido lo tuvo en todo momento bajo control. Lo malo es que en el 35’, una de ellas fue para el madridista Modric por una entrada al pie de Pogba que fue justa. Eso le supondrá un partido de sanción por acumulación.

Los momentos que tuvo que decir ‘aquí hay árbitro’, los llevó bastante bien, como en el minuto 11, dentro del área. Tévez vio el brazo de Ramos que le tocó en carrera, y se dejó caer. El árbitro, bien encima de la jugada, no le dejó tiempo ni para protestar. En el 29’, Varane le hizo una pequeña obstrucción a Llorente en el área, que Webb consideró que era un simple forcejeo entre ambos y no señaló nada.

Once minutos más tarde, de nuevo el central francés madridista se lanzó a cortar una internada de Pogba. En primera instancia no le tocó, pero cuando metió el pie el juventino, Varane con el suyo sí le tocó y le hizo penalti. Webb acertó y si no hubiese estado muy encima podría haber dudado. Pero lo señaló bien.

Después, sólo intervino en dos jugadas: amonestó a Pirlo en el 44’ por una entrada de fuerza excesiva a Xabi Alonso y a Bonucci en el minuto 71 por una patada a Ramos. Ambas fueron justas.

Con nota. El colegiado británico estuvo como se quiere ver a un árbitro en un terreno de juego. Sobrio y autoritario, pero sin estridencias. Buena colocación y condición física, una excelente aplicación de la ventaja, justo en el aspecto disciplinario y en las áreas. Y sobre todo lo que un árbitro quiere, pasar desapercibido y que nadie se acuerde de uno. Pocas veces se puede decir esto, pero Webb dio una lección de cómo arbitrar.