Vuelve la maratón más famosa

Hoy es el día grande de la maratón. Es la fiesta por excelencia. Se corre la de Nueva York. No es la más rápida, pero sigue siendo inigualable. Si la maratón se ha convertido en la carrera más popular del mundo es gracias a Nueva York. Esta ciudad consiguió el milagro de poner al alcance de miles y miles de personas la posibilidad de hacer 42,195 kilómetros. Y es curioso: 42 kilómetros son 42 kilómetros en Nueva York, en Madrid o en Sebastopol, pero a los ojos del gran público no es lo mismo hacerlos en Nueva York que en cualquier otra ciudad del mundo. Nueva York tiene un atractivo que no se puede encontrar en ningún otro lugar. Y eso que su carrera se hace dura. Por la larga espera de la salida, por los puentes, por la masificación...

Es una maratón, además, cara. Ya no es lo que cuesta el viaje y la estancia, sino los 300 euros del dorsal. Pero, ¡ay amigo!, Nueva York es Nueva York. Lo dijo su creador, Fred Lebow: "Si quieres sentirte como un artista en Broadway, corre la maratón". Ciertamente tenía razón. El ambiente creado por los dos millones de espectadores que, enfervorizados, inundan el recorrido de principio a fin es único. Y este año, quizá más que nunca en sus 43 años de historia. Porque el año pasado no se pudo celebrar por los desastres que ocasionó en la ciudad el huracán Sandy. Los dorsales fueron devueltos a los corredores para que pudieran correr este año. Serán más de 48.000 en la salida. Tremendo. Nueva York vuelve a vivir su mayor fiesta. Es la maratón.