Pirelli adulteró la competición

Puede que existieran motivos de seguridad para hacerlo, pero resulta indiscutible que la decisión de Pirelli de modificar sus compuestos a mitad de la temporada de Fórmula 1 adulteró la competición. Los monoplazas que mejor funcionaban en las primeras carreras, como Ferrari y Lotus, dejaron de hacerlo, mientras que los que sufrían, véase Red Bull y Mercedes, dieron un paso al frente significativo. Y eso, claramente, supone una alteración de las reglas de juego cuando menos sospechosa... Ahora es el propio Adrian Newey quien lo reconoce, por si alguien albergaba dudas.

No debe servir esto como recurso para la pataleta. La superioridad de Red Bull ha sido tan abrumadora que es probable que su evolución a lo largo del año les hubiera servido igualmente para conseguir su objetivo... aunque quizá no de ese modo casi insultante para sus rivales. Pirelli falló en sus planteamientos, tuvo que enmendar sobre la marcha y Ferrari sufrió un perjuicio claro. Especular qué hubiera ocurrido en otro supuesto ya carece de sentido, pero sí que sería muy importante que todos, desde el proveedor de neumáticos hasta la FIA, tomaran buena nota de lo sucedido para evitar que se repita algo así, tan lamentable.