NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

El libro de Alex Ferguson levanta ampollas en Rooney, Keane, Bosnich...

Enfado. Sir Alex Ferguson se ha llevado una buena bronca de casi todos los que menciona de manera negativa en la autobiografía que publicó la semana pasada: Rooney dijo que está muy feliz con el nuevo régimen que es como decir que en el anterior no lo pasó muy bien; Roy Keane dudó de la lealtad de un entrenador que cuenta bastantes cosas de vestuario, incluido el miedo que le tenía la plantilla al irlandés; Mark Bosnich dice que el “viejo” ha contado muchas mentiras. Hay dos de los que recibieron palos que no han abierto la boca. David Beckham, que por muchas ganas que tenga prefiere no meterse, y Rafa Benítez. Si alguien pensaba que la disputa con el español se había acabado al retirarse, es que no conoce a Ferguson. El escocés acusa al exentrenador del Liverpool de tener equipos “aburridos”, de ser un “maníaco del control”, de gastarse muchísimo dinero y de “tener suerte en Estambul”, la noche en que el Liverpool venció al Milán por penaltis tras ir perdiendo 3-0.

Control. Y todo ello tiene su gracia: cuando el eterno rival del Manchester está en horas bajas, Ferguson se refiere a él con cierta consideración. Pero Rafa le disputó una liga, le ganó encuentros incluso en Old Trafford y obtuvo una Champions con una plantilla que estaba valorada en 120 millones de euros menos que la del Manchester, con un gasto neto cero (es decir, tenía que vender jugadores para comprar). Es curioso que hable de control cuando su libro trata justamente de eso (del que ejerció sobre su plantilla) y que justifique lo de la final de la Liga de Campeones del 2005 con la suerte, cuando todo el mundo recuerda lo que ocurrió en el Camp Nou en el 1999. Como Winston Churchill, Ferguson se quiere asegurar un buen sitio en la historia, contándola él mismo.

Seguimiento a Bale. Un artículo singular ha publicado este fin de semana el Sunday Times: se cuenta que el Manchester United está pendiente de la evolución de Bale en el Real Madrid para retomar la posibilidad de ficharlo. La otra gran oferta que le llegó al Tottenham por el galés fue del Manchester, que también ofrecía un jugador, pero Bale solo quería ir al Madrid. Según cuenta el rotativo, el United dejó las puertas abiertas por si las cosas no le van bien. Sin embargo, lo que Bale quiere hacer es triunfar en el Madrid y sabe que está pasando por el lógico proceso de adaptación de cualquier fichaje. Da clases de castellano, tiene a su joven familia en Madrid y todo lo demás (encontrar su sitio en el campo, en el vestuario, en el barrio), llegará. Es cuestión de tiempo.