Vettel, un campeón que marcará toda una época
Es obvio que Vettel se ha convertido en una piedra en el zapato para muchos aficionados españoles a la Fórmula 1. El alemán se ha encargado de desmontar las ilusiones de volver a ver a Alonso campeón durante los últimos cuatro años, precisamente los mismos que lleva el asturiano en Ferrari, momento en el que empezamos a prometérnoslas tan felices: aquello suponía que podría disfrutar de los medios y el potencial de una leyenda. Pero no ha sido así. La Scuderia no ha estado en este tiempo al nivel de las expectativas y como remate, han chocado frontalmente contra ese muro indestructible que ha sido el binomio Vettel-Red Bull. Así que puede ser hasta comprensible que, desde esa pasión y perspectiva, a muchos el nuevo rey de los grandes premios les cargue un poquito…
Sin embargo, insistiendo en que asumo que el deporte tiene mucho de visceral, tampoco es justo que no se reconozcan los méritos indiscutibles del que ya es todo un tetracampeón mundial. Casi nada… El discurso de que lleva el mejor coche (que es verdad) me resulta tremendamente hueco cuando únicamente se utiliza para devaluar las gestas de Vettel. Durante estos años, incluyendo el que tenemos en curso, nos ha regalado exhibiciones espectaculares que están al alcance de sólo unos cuantos elegidos, por supuesto que al volante de ese misil azul, nadie gana en la F-1 con un carro de polos. Claro que Alonso vencería también con ese coche, la duda es saber si sería capaz de doblegar en igualdad de condiciones a su rival alemán. Personalmente pienso que sí, pero eso es algo que entra ya en el terreno de la especulación, cada uno puede interpretarlo a su manera. Lo incontestable es el póker de títulos del que presume desde ayer este alemán rubito…