La tristeza existente tras el 5-0

Fue una de las goleadas más espectaculares que consiguió Guardiola en su dorada etapa en el Camp Nou. Más que espectacular, brillante, trabajada y honesta. Pese al 5-0 sumado a base de un fútbol sublime, pocas veces visto hasta ese día en el Estadi (ni el Dream Team de Cruyff) hubo más de un culé que quedó decepcionado, dolido con la actitud benevolente de la plantilla azulgrana. “Les han perdonado la vida. Tuvimos la oportunidad de reventarles de tal manera que se habrían desactivado para mucho tiempo”. Esa fue alguna reflexión que se escuchó tras la sensacional exhibición. Aquel Barça pareció pactar con la mirada del Madrid, que imploraba piedad y clemencia ante aquella máquina casi perfecta de jugar al fútbol. Y sólo una contra llevada por Bojan y firmada por Jeffren acabó por hacer que el Camp Nou levantase la mano en señal de victoria. Mourinho era el entrenador blanco, por cierto.

De aquello han pasado ya varios años. Pep emboba ahora en Baviera a los cuadriculados seguidores del Bayern y el soci (mañana sin sus hijos junto a ellos en las gradas a no ser que tengan también carnet) no han vuelto a ver salir triunfador a su equipo ante el Madrid en Liga. El dato es preocupante, pero la esperanza es que algún día debe acabarse la mala racha. Martino tendrá su estreno europeo en un Clásico. Debe exigir mucho a la plantilla. Todo, vamos. No puede quedar nada al azar. El año pasado se vieron cosas raras que no deberían repetirse.