No era roja directa a Chiellini
Manuel Gräfe acertó al no señal fuera de juego en el minuto 4 en el pase de Di María a Cristiano en la jugada en la que marcó el portugués. Martín Cáceres se quedó enganchado y le habilitó. Sin embargo, en el 26', Chiellini, dentro del área y en un balón bombeado, le hizo un placaje a Sergio Ramos, le agarró del cuello, y el colegiado principal no señaló nada de inicio. Tuvo que ser el árbitro de meta quien se lo indicase a través del pinganillo. Luego reaccionó y señaló el punto de penalti. Pero hizo una cosa mal. No le sacó la correspondiente tarjeta, ya que se cebó con Vidal, que le protestó airadamente esa decisión, y se olvidó de la amarilla a Chiellini. Al chileno sí se la sacó.
Por cierto, este Vidal es todo un temperamento y no debió terminar el partido, ya que en el 44' le dio una patada escandalosa a Marcelo en la pierna en la disputa de un balón. Esa entrada ya merecía tarjeta, pero además hizo dos entradas con fuerza excesiva además de protestar airadamente pidiendo penalti en una acción en el minuto 61 en la que él entró dentro del área desequilibrado y dio un puntapié al suelo tras el cual cayó. Illarramendi, que era su par, ni siquiera le tocó.