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Sacchi le vio salirse en Pinto...

Borja Valero siempre fue un futbolista con empaque. Centrocampista con clase y muy activo. Si le ves jugar por primera vez, no te olvidas de su cara. Eso sucedió en un domingo soleado de la primavera de 2005. Jugaban el Atlético Pinto y el Real Madrid C, partido de Tercera División. En el palco de autoridades estaban Arrigo Sacchi, por entonces director deportivo del club, y Ramón Martínez, que se mantiene como responsable ejecutivo de la cantera. Sacchi buscaba rostros nuevos, gente joven en la casa que permitiese soñar con un futuro mejor. La temporada anterior había sido un fracaso con Queiroz y por el banquillo del Bernabéu ya habían desfilado Camacho y García Remón. En ese instante estaba Luxemburgo... Yo me encontraba dos filas más atrás, junto a Relaño, y pronto nos dijimos: "Ese chico que lleva el 10 es muy bueno". Confirmamos que era Borja Valero, del que ya nos habían llegado ecos de sociedad. Ese verano subiría al Castilla y formó parte de aquel filial increíble en el que compartió vestuario con Mata, Javi García, Negredo, De la Red, Granero, Miguel Torres, Sergio Sánchez, Parejo, Callejón, Codina, Casilla, Mosquera... Todos cuajaron en Primera.

Borja Valero llamaba a la puerta del Madrid, pero Capello sólo le dio unos minutos en un intrascendente partido de Champions en Kiev. No apostaron por él. Hizo la maleta junto a su mujer (Rocío) y se buscó la vida. Mallorca, West Bromwich, Mallorca otra vez, Villarreal y Fiorentina, donde es el Rey de Florencia. Del Bosque ya le hizo internacional en 2011. Este chico valía para el Madrid. Me consta que a Sacchi le llamó la atención. Pero Arrigo estaba en esa época apagando fuegos en el primer equipo...