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Semana bonita e importante se le presenta al Real Madrid. También una semana en la que se van a pasar dos test en los que se puede calibrar el verdadero nivel actual de los de Ancelotti. Un Madrid, que hasta la fecha nos ha dejado muchas dudas en lo futbolístico, buscando una identidad, una idea, un camino efectista y efectivo que lleve a esta plantilla repleta de talento, ya no sólo a la senda del triunfo, sino a la del fútbol espectacular. Parece que contra el Málaga el equipo ha empezado a olvidar el fútbol lento, previsible y estático que nos dejó tan mal sabor de boca en las pasadas fechas. Esperemos que sea un primer ladrillo en la construcción de un conjunto sólido y capaz de competir al máximo nivel. El sábado vimos un Madrid mucho más dinámico, en constante movimiento por delante de la pelota. A su vez, esta circulaba a mayor velocidad, uno o dos toques como máximo. Esto provocaba que la defensa del Málaga tuviera muchos más problemas que rivales anteriores.

También era necesario tener más profundidad en banda. Esto se consiguió con laterales ofensivos, creando superioridad junto a los extremos y Khedira, que leyó de manera formidable el espacio a ocupar. Si a todo esto le sumamos mayor agresividad sin balón, algo en lo que Morata tuvo muchísimo que ver, tenemos muchas cosas positivas en relación a lo anterior. Nos esperan Juventus y Barcelona, si el Madrid compite como debe, tendremos muchas opciones en ambos partidos.