Willy salvó al Málaga del desastre

El Málaga mereció perder por seis goles o más. Pero se encontró con un Willy Caballero descomunal. Realizó ¡13 paradas! Una barbaridad. Y eso que el Real Madrid jugó a medio gas, lo que dice muy poco de la actitud ganadora de un equipo cobardón y decepcionante. Justo es reconocer que realizó un inteligente trabajo defensivo en la primera parte y que el Real Madrid tropezó con la eficacia con la que el equipo de Schuster utilizó la vieja (pero ni mucho menos anticuada) táctica del fuera de juego que puso de moda en España el Barcelona de Rinus Michels en la década de los 70 del siglo pasado. En ella, los de Ancelotti cayeron hasta seis veces. También contó que Willy Caballero comenzó su recital con la felina agilidad de un portero de balonmano. El Málaga de Schuster estaba tan preocupado de no recibir goles que se olvidó de meter miedo arriba.

Un grandísimo equipo como el merengue tiene recursos en sus horas más bajas. Hasta la fortuna, como sucedió en el centro de Di María que no llegó a rematar Cristiano, pero que se coló porque descolocó a Caballero. Ni así reaccionó el Málaga. Willy no lo puede hacer todo.