En el campo todos vimos penalti en la jugada entre Weligton y Bale dentro del área del Málaga en el minuto 90. Luego, jugando con la ventaja de poder ver la repetición de la jugada a través de Canal+Liga, la verdad es que no hay acción de pena máxima, ya que el jugador galés en carrera intenta parar el balón y con la inercia se hace un lío y cae al suelo. Y no porque el defensa malaguista le barra la pierna izquierda como dio la sensación en directo. Por lo tanto, no existió penalti.

Ayza Gámez, sin ese fallo involuntario, hizo un buen arbitraje en un partido que discurrió por cauces muy deportivos, demostrando estar en una excelente condición física y llevando la dirección del juego en todo momento controlado.

El asistente. Destacaría como el mejor del partido, junto a Willy Caballero, al árbitro asistente Canales Cerdá, que en el segundo tiempo acertó en todas sus decisiones conflictivas. Como en el minuto 58, al señalar fuera de juego de Morata que acabó con asistencia del delantero a Cristiano y gol de éste. Seis minutos después, Cristiano estaba también en orsay cuando remató con peligro. En el minuto 80, fue el astro portugués quien centró y Khedira, en posición antirreglamentaria muy justa, marcó. Volvió a acertar el asistente anulándolo. Tres minutos después, de nuevo existe fuera de juego cuando remata Cristiano y rechaza Caballero con los pies. No hubo más jugadas polémicas, salvo que no hubo falta de Anderson en la única jugada de peligro que creó el Málaga en el 77'.

En resumen, un único lunar para Ayza Gámez: el del penalti a Bale, en una tarde en la que se le puede calificar como que realizó un buen arbitraje.