El 'polivote' y los inventos de Aguirre
Reacio a admitir que su equipo pueda en ocasiones emplear un sistema ultradefensivo -sin ir más lejos, hoy, con tal de neutralizar al Atlético-, Aguirre recurre al humor. Y ayer, preguntado por si saldrá con un trivote (no lo duden, lo hará), acabó por acuñar el término polivote. Uno lo imagina como una especie de pivote inacabable, repleto de tencáculos en la medular, en el que hasta el portero acabaría exponiéndose en el círculo central, tejiendo una red maldita para el rival. En realidad, ese polivote es sólo una ensoñación, el más anecdótico de los múltiples y valiosos inventos de Aguirre, que le llevaron a salvar holgadamente al Espanyol el curso pasado y a descansar sobre un colchón de 11 puntos ahora, y eso que viene de encadenar tres derrotas.
El polivote de Aguirre fue, por ejemplo, situar a Sergio García de nueve, medida tan obvia como inédita durante años, y que le dio resultados espectaculares. Tantos, que hoy Sergio aparece en la convocatoria cual Cid: con el deseo de inquietar al rival con su sola presencia. Más inventiva tuvo Aguirre dejando caer a Stuani en banda, idea que no sólo reportó beneficios al Espanyol, sino al propio futbolista, cuya nueva demarcación le ha convertido en fijo con Uruguay. Pero el polivote no sólo es descubrir, sino también reciclar a secas, como sucede con Simao, que ahora con Aguirre ronda al que fue en el Atlético cuando hace un año, con Pochettino, estuvo a punto de dejar el Espanyol. Y, puestos a seguir con las innovaciones, ¿habría mejor polivote que derrotar a un adversario invicto?