El anfitrión de la fiesta de Bélgica

En Bélgica recordamos como si fuera ayer el verano de 2011 en el que Courtois, con sólo 19 añitos pero flamante campeón nacional, firmaba por el Chelsea. La reacción general de los medios fue de sorpresa y de muchas dudas: "¿No será un paso demasiado grande para Thibaut?". Poco más de dos años después, Courtois nos ha maravillado a todos y ha logrado desbancar sin debate alguno en los diablos rojos a un gran guardameta como es Mignolet, por no mencionar sus grandes méritos y conquistas que todos ya conocemos con el Atlético. El propio Thibaut reconoce haber pegado un gran salto de calidad y Bélgica está encantada. Nuestro país es una gran fiesta en estos momentos y Courtois es el anfitrión. Los belgas saben que hay seguridad en el gol para rato.

El entrenamiento de ayer de Bélgica fue visto por más de 5.000 aficionados en las gradas (y otros 10.000 a través de streaming por internet). El ambiente es de entusiasmo absoluto y, ahora también con Alderweireld, el país tiene especial interés por las novedades en el Atleti. Con el Mundial a la vuelta de la esquina y el Atlético en Champions, no existe una urgencia particular entre los belgas por ver a Courtois jugar en el Chelsea, aunque quizá sí una pequeña curiosidad de ver cómo lo haría en la Premier. Lo sensacional de esta nueva generación de jugadores es que hay estrellas en todas las líneas y la presión no solamente le cae a uno o pocos jugadores.

Sven Claes es redactor de Het Laatste Nieuws.