Purito recibió su premio
Número uno de la clasificación mundial. Así se dispone a terminar el año Purito tras su victoria en el Giro de Lombardía. Será la tercera vez que lo consiga. Es el justo premio a su altísima regularidad. Esta vez, más que nunca. Aún están recientes sus lágrimas por perder el Mundial en los últimos metros. Y el haber sido cuarto en la Vuelta y tercero en el Tour. Pero es que, además, llueve sobre mojado: segundo en el Giro y tercero en la Vuelta en 2012, cuarto en el Giro en 2011, tercero en la Vuelta en 2010, tercero en el Mundial en 2009... Nunca ganará nada gordo, pero siempre estará ahí. Una y otra vez. Ningún otro corredor lo consigue tantas veces. Por eso ni siquiera Nibali le ha conseguido desbancar del número uno.
Nibali ha ganado este año el Giro y ha quedado segundo en la Vuelta. Es decir, su rendimiento en las grandes vueltas ha sido superior al de Purito y al de cualquier otro corredor. Sin embargo, sólo ha cogido puntos en estas dos pruebas, más en la Tirreno-Adriático. Purito, en cambio, puntuó en esta carrera, en la Volta, en la Flecha Valona, en la Lieja-Bastogne-Lieja, en el Tour, en la Vuelta y en el Giro de Lombardía. ¿Alguien da más? No. Por eso Purito acaba como número uno del año. Es la recompensa a un ciclista que sabe cómo superar sus limitaciones. Mientras los demás sólo preparan un par de carreras al año, él da la cara en todas. Y ahí está. Número uno del ciclismo. Como Nadal en el tenis. Dos españoles en la cima de sus deportes.