Recuerdos del Calderón por la mañana
Los títulos no se ganan por la mañana. La memoria les pone siempre fondo de noche, de tarde a veces en las celebraciones. Pero en el fútbol las grandes cosas no ocurren antes de comer. Tampoco en el Calderón, donde los domingos por la mañana sabían a filial, a Pedro Pablo, Pradito, Pedraza, Mínguez y Villa, el mejor Madrileño de todos los tiempos; a las espectaculares maniobras, breves, del paraguayo González un poco después. Hasta el infierno de Segunda, tras algún experimento invernal previo, no se hicieron habituales para el primer equipo. Fue por la mañana cuando se gritó con más fuerza y unanimidad el ‘Gil, vete ya’; cuando debutó Fernando Torres; cuando Pepo dejó para la posteridad el “papá, por qué somos del Atleti”.
Hoy los mediodías son una exigencia ocasional. Con lances que se quedan: el gol picado de Gabi al Rayo o la galopada ante el Granada que ascendió a Air Juanfran al santoral. El Atlético vuelve esta jornada a las doce. Y no será una fiesta cualquiera. Se reencuentran por primer vez desde el derbi la hinchada y el equipo. El tipo de emociones que disfruta esa gente y que luego tarda tanto en olvidar.