El plus de jugar en el Athletic

Se ha discutido en los últimos días si el varapalo de Granada se debió o no fundamentalmente a la falta de actitud. Urrutia lo vio diferente a Gurpegui, quien aludió más a la entrega y menos al fútbol. El presidente dice estar inquieto, pese a que los doce puntos y la confianza en Valverde le trasladan tranquilidad. Mezclados estos tres personajes y hablando también de Iraola, Ibai, Herrera y Muniain, mi reflexión apunta hacia la diferencia de estilo y objetivos con los que uno se pone la bendita camiseta del Athletic. Todos, absolutamente todos, valoran el plus que supone jugar en este club, aunque cada uno lleve de diferente manera el ascua a su sardina.

Urrutia ha sufrido en sus carnes que cada vez hay  menos futbolistas que sienten al Athletic como máxima aspiración. Por mucho que les pongas un campo guapo, con jacuzzi, sauna y baño turco en el vestuario, y un cheque para moverse por Bilbao con mucha soltura. Tiene a Iraola, Susaeta, Iturraspe y De Marcos como modelo de leones pretendidos por otros clubes, pero no cautivados. Creyó que Herrera se colocaría ese brazalete y quizás por ello no le apetezca hablar de ampliar su contrato. Soñaba con él como líder de vestuario y el United le pareció mucho más. La cautela con la que se expresó ayer sobre la renovación de Muniain (“hablaremos en el momento adecuado”) deja al aire la debilidad del club. Ibai será otra gran prueba.