Sebastián Álvaro y su equipo partieron anoche hacia Santiago de Chile. Desde allí partirán hacia la Antártida, para rememorar la expedición de Shackleton que quedó atrapada en los hielos hace 99 años. Algunos regresaron para contarlo. Hay imágenes de ello. Son increíbles. Imposible imaginar que se pudiera sobrevivir en aquellas condiciones extremas, y olvidados por completo del mundo. Nadie iba a acudir a rescatarlos. Europa, además, sufría la Primera Guerra Mundial. Salían por ellos mismos o morirían. Shackleton los logró sacar. Un siglo después, todo parece más fácil, aunque en absoluto lo sea. El frío y el hielo son los mismos. Pero hay otras infraestructuras, materiales y comunicaciones. Mas lo importante es revivir aquello.

¿Para qué? Para que sepamos de lo que ha sido capaz el hombre. Lo que hoy se considera una proeza, es fácil de imaginar lo que sería hace 99 años. Adentrarse en un territorio hostil, inexplorado y extremo es tener todas las posibilidades de no salir vivo. Pero en eso ha consistido precisamente la conquista del hombre. Si resultara fácil, apenas hubiéramos avanzado en nuestra civilización. Cuantos más recuerdos dediquemos a quienes nos abrieron las puertas de este mundo, más convencidos estaremos de hasta dónde podemos llegar por nosotros mismos. Dominados como estamos por las tecnologías, nos será bueno volver de vez en cuando la vista atrás y ver de dónde venimos. Sebastián Álvaro lo va a hacer posible.