Velocidad de piernas y de ideas

Dice Ancelotti que esto lo arregla él. Que conoce el problema y las soluciones. Es posible que lo consiga si abre el motor del equipo y explota el mejor rendimiento de cada jugador, otorgando a cada cual las funciones que mejor sabe desarrollar, sin inventos tácticos extraños, sin compensaciones inexplicables y con el mejor sentido común. El Madrid necesita velocidad, pero no sólo de piernas, sino de ideas. El juego directo al pelotazo de Pepe y Ramos no es digno de semejante plantilla. Se trata de elaborar bien la jugada, sin necesidad de llegar al tedio del multi-toque, pero siempre con criterio, buscando pared, banda o disparo con una dinámica vistosa. El Madrid no puede dejar la sensación de desorden, de guerras individuales y nulos recursos tácticos.

El Copenhague se lo puso complicado a la Juve, es verdad. Parece que anda mejor en Champions que en la competición local, a la vista de su penúltima posición en la tabla. Es impensable un tropiezo del Madrid, ahora cargado de coraje, con las ideas puestas en común y con Ancelotti espoleado. Hoy tiene que resurgir el conjunto madridista, mascando el fútbol, juntando las líneas, siendo solidario con y sin balón. Se espera la mejor versión del Madrid europeo, que alivie las tensiones. Es una noche para los líderes: Casillas, Ramos y Cristiano. Y para el resurgir de los que han perdido la luz: Di María, Illarra, Khedira y, por supuesto, Benzema. Ancelotti tiene que cumplir su palabra de llevar al Madrid hacia el espectáculo. No dispone de muchos márgenes de error.