La mejor Selección de España

La gloriosa Selección de hockey sobre patines se pasea por ministerios y redacciones en busca de reconocimiento. Es el peaje que tienen que pagar los deportes minoritarios. No tendría que ser así, pero el público tiene sus preferencias, y el hockey sobre patines, por muy reconocidos que sean sus méritos, no está entre las preferencias de los aficionados. Pero eso sí, es de justicia proclamar a esta Selección como la mejor que haya existido jamás en la historia del deporte español. Ahí está su palmarés. Quien lo mejore, que levante la mano. No tiene, eso es cierto, la competencia que puedan encontrar otros deportes, pero tampoco la tenía antes y nunca ganó cinco Mundiales sin perder un solo partido y siete Europeos consecutivos.

Recuerdo la frase de Carmelo Paniagua, presidente de la Federación Española, hace unos años: "¿Qué tenemos que hacer para que nos den un premio?" Tiene razón. Ya recibió el Premio Nacional del Deporte, que no está mal, pero quiere más. El Príncipe de Asturias nada menos. Tampoco sería descabellado. Desde luego no se pueden encontrar muchas selecciones en el mundo capaces de ganar tanto con tan pocos medios. Por jugar en la Selección los jugadores no perciben nada; por jugar en los clubes, los más afortunados pueden considerarse pluriempleados, pues añaden a sus sueldos laborales unos dos mil euros al mes del hockey. Detrás de cada jugador hay una historia llena de valores. Si el Príncipe de Asturias es lo que busca, ahí los tiene.