Es el Ancelotti de siempre

A Carlo Ancelotti se le recuerda en Inglaterra como un entrenador con gran capacidad táctica, hombre de club, gran gestor de egos y muy buena persona. Y, en cierto modo, ya ha dado muestras de todo ello en el Madrid. Respecto a lo táctico, en su primer año en el Chelsea se pasó la pretemporada utilizando un 4-3-3 parecido al de la era Mourinho. Pero en el segundo encuentro de liga lo cambió por un árbol navideño (4-3-2-1). Su ojo táctico es indudable, pero para maximizar su plantilla va a necesitar tiempo, que igual no tiene. Da la impresión de que ha visto que el deseo de cambiar el estilo del Madrid no tenía mucho sentido con tanta velocidad arriba, pero no ha encontrado el once o el sistema que le permita aprovecharse de las características de los suyos.

Mientras llega a ese punto, Ancelotti cuidará de sus estrellas y claramente Benzema está entre ellas. Sustituirle en el derbi era darle la puntilla y prefirió sacrificar a Isco, que pesa menos. No hay ni un jugador que hable mal de él por cosas como esa. Es tan buen tipo que sus pupilos sienten la obligación de darle de vuelta la confianza que deposita en ellos. A lo mejor el equipo está en fase de descompresión tras la marcha de Mourinho y les cuesta seguir a rajatabla las obligaciones colectivas menos divertidas. Ahí deberá verse un Ancelotti menos común: el que les cante a todos la cartilla.