Las cosas no se hacen bien
Ayer se desnudaron todas las carencias que se intuía que tenía este nuevo Real Madrid de Ancelotti. El equipo fue superado en todas las facetas y en todas y cada una de sus líneas. Empecemos con la actitud. El Atleti mordió. Disputó cada balón como si fuera el último y ganó cada pelota dividida. Además, cualquier rechace en defensa o ataque era rojiblanco. El Madrid en ataque estaba estático, lento y sin soluciones. En defensa dejaba recibir al contrario, no apretaba la salida del balón y cuando se hacía la presión era de forma individual, no de manera organizada. Sigamos con la disposición táctica. Los del Cholo estaban perfectamente colocados en el campo, muy juntos y recibiendo continuas ayudas defensivas. El Madrid era anarquía pura. Parecía jugar por inspiración. Como si esperase que el talento de Cristiano o de otro nos fuera a salvar un día más de un mal partido en lo colectivo.
Luego está la estrategia. El Atlético es un equipo trabajado al milímetro y se nota. Nos sorprendían una y otra vez a balón parado mientras nosotros apenas creábamos peligro en ese sentido. Ya sabemos que queda mucho por jugar y esas cosas que se suelen decir, pero la dinámica es mala. Eso es incuestionable. Si queremos enderezar el rumbo, primero tenemos que saber a qué queremos jugar, ser mucho más agresivos, mucho más rápidos y jugar con más organización. Llevamos 180 minutos sin crear apenas ni una ocasión de gol y eso, con el potencial que tenemos, es sintomático de que las cosas no se están haciendo bien.