Lo de María Herrera no es una anécdota
Sabido es que el Campeonato de España de Velocidad se ha convertido en la antesala de los grandes premios. Desde hace ya tiempo el Mundial se nutre de sus pilotos, básicamente porque el nivel de este certamen no se encuentra en ningún otro lugar. Así que para ganar carreras del CEV hay que exhibir un talento que no exhibe cualquiera. Y María Herrera ya lo ha hecho, no una vez sino dos… y las que pueden venir. Así que la capacidad de esta chica ha dejado ya hace tiempo de ser una anécdota, está logrando lo que ninguna mujer antes y, a su edad, con una proyección difícil de pronosticar en estos momentos. Los buenos resultados de las féminas en el deporte del motor siempre son bien recibidos, pero en el caso de la toledana creo que su fenómeno va mucho más allá de lo que hemos visto hasta ahora.
Hay que darle, por supuesto, tiempo al tiempo y no precipitarnos en valoraciones que puedan añadir presión a una chica que todavía ni la merece ni la necesita. Sin embargo, esos dos triunfos absolutos en el Nacional de Moto3 anticipan bien a las claras que tiene cualidades para verla muy pronto en los grandes premios. Los pilotos que en su día, como ella, ganaban en el CEV son ahora los protagonistas del Mundial, así que no hay motivos para pensar que ésa no deba ser su trayectoria. Por fortuna está magníficamente asesorada por su padre, Antonio, y por Emilio Alzamora, que ya sabemos que tiene buen ojo para esto de los jóvenes con futuro. El plan, a día de hoy, es que María acabe esta temporada del CEV, debutando ya en MotorLand como invitada del Mundial, siga un año más en este campeonato con el título como objetivo (además de hacer todas las wild cards que le sean posible) para dar el salto a la élite en 2015. No la pierdan de vista, dará que hablar, créanme…