Orenga y el quite del perdón

La Selección se juega la medalla en el Eurobasket; Orenga, la continuidad. La victoria no es que se la vaya a garantizar, pero la derrota le asegura el finiquito. Cuatro derrotas en diez partidos no son un accidente, son un problema. Si esta tarde llegara la quinta sería un drama. Orenga dice que Francia está en la final con tres derrotas; nosotros podemos ser igualmente medallistas con cuatro. También recuerda que en el Eurobasket de 2009 estuvimos a punto de quedarnos fuera y luego fuimos campeones. Pero éste no es el caso. Hay un problema táctico y estratégico que no ha sabido atajar Orenga. Además, por partida doble. Primero, para defender la clara ventaja obtenida; segundo, para buscar la jugada ganadora en los finales apretadas.

A Orenga ya sólo le queda el quite del perdón ante Croacia. Si le valdrá de mucho o de poco, ya se verá. Pero tiene que hacerlo. Esta exitosa generación de jugadores se encuentra al margen de las decepciones, queda fuera de toda culpa y hasta de crítica, salvo cuando no quieren jugar para alargar sus vacaciones. La verdad es que se van ganando medallas con regularidad y con todo tipo de entrenadores: Scariolo, Aíto, Pepu Hernández, Moncho López y Javier Imbroda. Sólo Mario Pesquera se fue de vacío. La calidad y el talento de los jugadores parecen estar por encima de ellos. Pero el próximo año hay Mundial, es en España y ahí no se puede ir con dudas. Los jugadores tendrán mucho que decir en la decisión.