Iker Casillas no pierde la calma, pero...
Analítico. Iker lo está pasando mal pero hay una gran diferencia con respecto a la pasada temporada. Entonces daba igual lo que hiciera. Sabía que estaba sentenciado. Cuando el entrenador deja de mirarte a la cara y te retira el saludo, importa poco que te machaques en los entrenamientos. Ahora no. Ancelotti le anima a que siga trabajando y no hay asuntos personales que les distancien. Pero con la misma claridad que le ha hablado el italiano, lo hará Casillas llegado el momento. Un futbolista de su nivel no puede permitirse jugar siete partidos en cuatro meses y medio. Ese será el balance en diciembre (6 de Champions y 1 de Copa). Entonces, con las vacaciones de Navidad de por medio, será el momento de valorar todas las posibilidades, incluida una posible salida del club.
500 kilos. De nuevo el Madrid pasará de los 500 millones de presupuesto. Mañana se aprobarán las cuentas con el balance positivo de 36 millones sobre los 521 presupuestados. Para el presente ejercicio los números y previsiones son similares. Sobre 515 millones. Y si en la Champions se alcanzan las semifinales, volverá a tener un superávit cercano al ocho por ciento. Los ingresos por televisión siguen siendo la parte más importante del pastel: ciento sesenta millones de euros.
La cubierta. En ese mismo foro con los socios, Florentino hablará nuevamente del proyecto del nuevo Bernabéu. La reclamación de un ciudadano ha retrasado los planes. Las nuevas fechas hablan de unos comienzos de obra el próximo verano, con dos años para finalizar la misma. Ahí se incluye la famosa cubierta que cerraría en pocos minutos el estadio los días de lluvia.
Ramos, no. Descartada cualquier opción de negociar una nueva ampliación de contrato con el sevillano. Entre otras cosas porque apenas hace dos años que se le mejoraron las condiciones. Ahora mismo Sergio está en el segundo escalón de los mejores pagados, con cifras similares a las de Casillas o el recién llegado Bale. Además, con esa última ampliación, Ramos acabará contrato en 2017. Vamos, que le faltan cuatro temporadas. En el club consideran que las ampliaciones se deben afrontar cuando al jugador le queden dos temporadas para terminar. Lo contrario sería dejar permanente abierta la ventanilla de reclamaciones. Hay excepciones a la regla como la de Xabi Alonso, que termina contrato el próximo 30 de junio. ¿Qué pasará? Su futuro no parece de color blanco.