La decisión de alinearle es positiva
Duelen menos los errores de Herrerín ante el Celta con la victoria en el zurrón. La afición no se dejó llevar por la euforia y se fue preocupada para casa con el problema que persiste en la portería, pero también reaccionó en positivo por el nivel de autocrítica inmediato que demostró el castreño. El frío que ha pasado en Soria ha curtido a Iago. Irresponsable en las dos salidas, muestra una personalidad, la de un portero que se quiere adueñar del puesto, del área. El Athletic está condenado a ser un banco de pruebas porque, por el momento, no hay nadie indiscutible, no hay un número uno. Lo lógico es que Herrerín siga en Cornellà. El futuro apunta a Kepa Arrizabalaga, pero primero debe brillar en el filial y superar las malditas molestias de espalda que le frenan.
Se consolide o no en el puesto Iago, la decisión de Valverde de alinearle en este inicio de temporada es positiva. Fundamentalmente, porque Iraizoz sabe por fin que no es indiscutible y se debe ganar el puesto. Y bajo esa presión es como el de Antsoain ha funcionado mejor. No hizo falta más que ver la intensidad con la que vivió el partidillo de ayer en Lezama, con un mando espectacular, así como su final de temporada anterior cuando volvió tras ser relegado efímeramente por Raúl.