Confianza a prueba de bombas

Confianza a prueba de bombas

Vaya por delante que me hizo mucha ilusión ver a España jugando por fin en la Caja Mágica, olvidado el prejuicio que ha existido otras veces respecto a la altura de Madrid y aprovechando una instalación espectacular concebida para el tenis. Ojalá que podamos ver aquí a la Selección más veces y, por qué no, disputando no una eliminatoria por la permanencia sino una final de Copa Davis. Mientras llega ese día, ayer los chicos de Alex Corretja hicieron bien su trabajo. Fernando Verdasco quizá acusó los nervios de volver a la competición después de dos años, pero luego se pudo reconciliar con su público remontando un partido que se le había puesto complicado. Aun sin jugar al cien por cien, supo sufrir y mejorar para conseguir un primer punto fundamental.

Luego llegó el paseo militar, el que se marcó imperial Nadal. Le doy mucho mérito lograr un 6-0 y 6-0 inicial ante Stakhovsky, porque en el tercer set demostró que no es un mal jugador. Pero la confianza que luce el número uno de España, y que pronto lo volverá a ser del mundo, es tan brutal que puede neutralizar casi cualquier punto ganador que le tira el contrario. Su seguridad es tan increíble ahora mismo que con dos días de adaptación, con dos simples entrenamientos y tras afrontar un viaje desde Nueva York y el cansancio psicológico de una final intensísima ante Djokovic, es capaz de abstraerse de todo para seguir rindiendo. Hace bien Corretja en ponerle hoy para asegurarnos estar cuanto antes en el Grupo Mundial, el que nos corresponde.

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