Odriozola queda al descubierto
Nuestro deporte vive días de dudas. Hasta la Selección de baloncesto perdió, y menos mal que nos queda Nadal. Cuando aún colea la eliminación de Madrid 2020, aparecen los positivos del atletismo que adquieren carácter de escándalo. Escándalo, porque llueve sobre mojado y ha tenido que ser la Agencia Española Antidopaje quien, en los primeros controles que realiza de forma independiente, es decir, sin que la Federación tenga conocimiento de ello, detecte los positivos de un atleta, Sergio Sánchez, del que siempre se tuvo sospechas, y de otro, Ángel Mullera, a quien Odriozola defendió después de que este diario desvelara los presuntos correos por los cuales el atleta pedía asesoramiento para doparse. Por si fuera poco, también hay un tercero.
Es éste un gran paso adelante de nuestra Agencia, cuya independencia necesitábamos para ganar en credibilidad. Con Odriozola en la Federación, pocos positivos han salido de sus controles. Se hacían, y presumía de ellos, pero se desconoce qué sustancias se buscaban y la confidencialidad de los mismos. Y a veces los positivos se enmascaraban con falsas lesiones o enfermedades. El atletismo presidido por Odriozola ha quedado al descubierto, y mayores recelos crea al saber que muchos de los controles que se han estado haciendo en España eran con conocimiento de día y hora por parte de quienes lo iban a pasar. Si Odriozola retó en su día a Ana Muñoz, directora de la Agencia española, —“a ver cuántos positivos pilláis”— ya tiene la respuesta: tres.