Partido derramado. A España se le escapó de las manos el partido contra Grecia, derramado. Aparecieron las filtraciones definitivas cuando pensábamos que la tormenta había acabado. La tercera falta de Marc Gasol en el primer cuarto nos había parecido la mayor tragedia del mundo y posteriormente descubrimos que existen otras desgracias, si no peores, menos anunciadas. España se perdió defensivamente encajando veintisiete puntos en el último cuarto y no encontró respuesta para un jugador de nombre Kaimakoglou .
Jugadores imprescindibles. Estando ocho puntos arriba en el inicio del cuarto cuarto el sino de la rotación debilitó a España. Sin Rudy Fernández y sin Claver encajó un parcial de 5-0 y después pagó también la ausencia de Ricky Rubio en la defensa sobre Spanoulis. Cuando el único titular que descansaba era Calderón, los árbitros se inventaron la quinta falta personal de Claver, a falta de cuatro minutos. Volvió Calderón y ya estábamos cuatro abajo, en dinámica descendente, divorciados de mutuo acuerdo del tono defensivo necesario. Un minuto después Grecia se fue siete puntos arriba, sin opción ya de voltear la situación.
España, sin red. Por muy largo que parecía el Eurobasket, esta baraja no tiene más de dos comodines. Solo se permiten dos derrotas antes de los cruces y hemos cubierto el cupo. Del resultado de un solo partido dependía ponerle la puntilla a un aspirante a medalla como Grecia o por el contrario meterse de cabeza en un lío complicado de cuentas y agobios. Porque del grupo de España hay que descartar a dos y solo se nos ocurre Finlandia. A partir de ahora España jugará sin red y veremos si así nacen las mejores actuaciones, como las de Burt Lancaster y Tony Curtis en la película Trapecio, sobre el vacío.
Eslovenia presente. Maljkovic ha sido capaz de meter en el tubo de ensayo de Eslovenia agresividad, defensa, dureza, química interna y capitalización del ambiente. El orgullo nacional esloveno y la defensa del sitio por parte del organizador eleva a este equipo por encima de donde debería situarlo en justa proporción su talento y la categoría de su plantilla. Puede ser el principal aliado de España en el partido de mañana.
