Un apasionante desafío para Alonso

Los deportistas son gente de grandes retos, no se amilanan ante los desafíos, al contrario, los buscan como instrumento de motivación. Alonso se enfrentará a uno mayúsculo a partir del próximo año, cuando Kimi Raikkonen se convierta en su nuevo compañero en Ferrari. Como postura pública está muy bien todo eso de que le da exactamente lo mismo con quién compartir box, aunque la realidad dista mucho de ser así, tal indiferencia es una utopía. El asturiano tendrá que seguir empleándose a fondo persiguiendo la excelencia del triunfo, sólo que además deberá controlar las situaciones que pueden provocar competir contra un piloto del talento del finlandés, que poco tiene que ver con la oposición creada por su predecesor, Massa (y no es opinable, lo indican las estadísticas).

Uno de los tópicos de las carreras, de esos argumentos recurrentes pero que no por ello dejan de tener sentido, es que el primer rival de un piloto es su propio compañero de escudería. Obvio puesto que se miden con las mismas armas y, además, aspiran a un trato preferencial que les pueda beneficiar en caso de necesidad. Alonso conoce bien ese escenario porque lo padeció en aquella aciaga temporada de 2007 en McLaren, una experiencia que sin duda representa una ventaja importante para lo que pueda venir. Siempre he pensado que aquellos problemas con Hamilton fueron fruto de la inesperada eclosión de quien sólo era un debutante, nadie estaba preparado para aquel torbellino. El año próximo no será así, todos saben quién llega a Maranello y de lo que es capaz, así que mucho mejor estar prevenidos…